viernes, 28 de junio de 2013

Rechazo de Geografía a los nuevos diseños del secundario en la ciudad de Buenos Aires

 

 

 

Declaración de rechazo de la Junta Departamental de Geografía a los pre diseños de la Escuela Secundaria en CABA

 

Ciudad Autónoma de de Buenos Aires, 24 de junio de 2013.
Visto:
Que a partir de la sanción de la Ley Nacional de Educación en 2006 comenzó a diseñarse en el ámbito del Consejo Federal de Educación (CFE) la Escuela Secundaria: un proyecto que se propone reconstruir sobre nuevas bases el nivel secundario fragmentado por la Ley Federal de Educación sancionada en 1993.
Que el gobierno de la CABA no implementó los espacios de discusión desde la Promulgación de la Ley Nacional de Educación, acotando severamente los tiempos necesarios para debatir las modificaciones curriculares y pedagógicas pertinentes.
Que en los pre diseños para la Nueva Escuela Secundaria se propone eliminar las asignaturas Geografía e Historia del 5° año y establecer sólo un espacio curricular denominado "Ciencias Sociales" en 4° año, de carácter opcional entre otras disciplinas, que obliga a optar por una u otra asignatura según criterio de cada institución escolar.
Que esta modificación curricular contiene un claro recorte y simplificación de los contenidos que corresponden a las ciencias sociales en los años superiores del nivel secundario, lo que dificulta la construcción del perfil de ciudadano esperado que se detalla en la Ley Nacional de Educación. Y que estos recortes constituyen una forma de expresión de la política educativa curricular .que entra en contradicción con los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios avalados federalmente, incluso por la CABA.
Que la eliminación de la asignatura Geografía en 5° año alcanza a las diez orientaciones que tendrán los Bachilleratos de la Nueva Escuela Secundaria, incluido el Bachillerato orientado en Ciencias Sociales y Humanidades, lo que impide la profundización de contenidos previos y la enseñanza de nuevos contenidos socio-territoriales y ambientales en el mundo de hoy. Y que ello no está en consonancia con una de las finalidades de la Ley Nacional de Educación de 2006, que consiste en habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía crítica, reflexiva y participativa, acceder al mundo del trabajo, y habilitar la continuidad de estudios superiores.
Que la enseñanza de la Geografía constituye uno de los pilares del desarrollo del pensamiento crítico de adolescentes y jóvenes que debe fortalecerse hacia el final de la Educación Secundaria, ya que propone un análisis cada vez más profundo y complejo de las dimensiones política, socio demográfica, ambiental, cultural y económica de los territorios a escala local, regional, nacional y mundial.
Que el abordaje de los problemas ambientales y territoriales de las sociedades contemporáneas y el análisis crítico de la organización de los territorios latinoamericano y argentino sólo puede alcanzarse con mayor profundidad y complejidad en los años superiores del ciclo secundario.
Que el recorte de contenidos de Geografía en los últimos años del secundario priva a los jóvenes de oportunidades para formar y desarrollar competencias de análisis territorial.
Que dicho recorte afecta las condiciones laborales de los docentes a cargo de las materias mencionadas, sentando precedente preocupante para la estabilidad laboral de los/las trabajadores de la educación.
Que resulta necesario reformar la Escuela Secundaria en el contexto actual, y que entendemos que la puesta en marcha de la Nueva Escuela Secundaria amerita un verdadero debate en la comunidad educativa de la Ciudad, incluyendo como algunos de sus actores claves a la Universidad Pública y a los Profesorados, como lo manifiesta el pre diseño curricular.

La Junta Departamental de Geografía, declara:
1. Oponerse a la política de exclusión y reducción de la carga horaria de Geografía e Historia en los pre diseños de la Nueva Escuela Secundaria en la CABA.
2. Demandar la  revisión de la propuesta, los plazos y los dispositivos de consulta,  y convocar en forma inmediata a instancias de diálogo, intercambio y construcción colectiva de los espacios curriculares con la Universidad Pública, los Profesorados y organizaciones gremiales docentes de la jurisdicción.

lunes, 24 de junio de 2013

Estados Unidos quiere reconquistar su "patio trasero"


Leandro Morgenfeld
Publicado En REalidad Económica  el 18/6/2013 15:30:06 


Tras casi una década de retroceder en América Latina, Washington intenta responder a los desafíos y consolidar su hegemonía en la región. A partir de la desaparición de Chávez, la Casa Blanca instrumentó una batería de iniciativas económicas, políticas, militares, diplomáticas e ideológicas.

"América Latina es nuestro patio trasero... tenemos que acercarnos de manera vigorosa". Las palabras del secretario de Estado John Kerry, ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, el 17 de abril pasado, expresan un objetivo vital de la diplomacia estadounidense. El gran proyecto interamericano para la posguerra fría lo lanzó Bush padre en 1991: la "Iniciativa para las Américas".

La idea era construir una gran área de libre comercio, extendiendo el NAFTA (acuerdo de libre comercio entre EE.UU., Canadá y México) hasta Tierra del Fuego. La apuesta neoliberal del ALCA fue continuada por Clinton y Bush hijo, y derrotada en Mar del Plata a partir del cambio en la correlación de fuerzas y de la aparición de un proyecto alternativo de integración latinoamericana. El desgaste que implicó esta derrota para Washington, más las apremiantes preocupaciones en Irak, Afganistán, Irán, China, Oriente Medio y África, quitaron a América Latina del foco de atención del Departamento de Estado. Ese relativo descuido se prolongó durante el primer mandato de Obama. Simultáneamente, se fortaleció el eje bolivariano, aparecieron nuevos escenarios de integración en torno al ALBA, la UNASUR y la CELAC y se incrementó la presencia de China y otros emergentes extra-hemisféricos.

Desde el inicio de su segundo turno como presidente, Obama muestra claras señales del interés de la Casa Blanca por reposicionarse en la región. A partir de la muerte de Chávez, Washington intensificó su estrategia de recapturar un área que históricamente estuvo bajo su influencia, impulsando las relaciones comerciales y financieras con sus vecinos del sur (terreno en el que viene perdiendo posiciones frente al intercambio intra-regional y a la demanda de otros polos extra-continentales, como China). También busca retomar la iniciativa diplomática y debilitar todo lo posible a sus desafiantes regionales, especialmente el bloque de países del ALBA, con Venezuela a la cabeza. La desaparición del líder bolivariano y principal impulsor de la integración anti-estadounidense, fue entendida por el gobierno estadounidense como una gran oportunidad.

En los últimos tres meses, se aceleraron los tiempos del complejo ajedrez regional. Washington movió vertiginosamente infinidad de fichas: gira de Obama por México y Costa Rica, nueva promesa del cierre de la cárcel de Guantánamo, visita estratégica del vicepresidente Biden (quien es un precandidato a presidente y quiere captar el crecientemente influyente voto latino) a Colombia, Trinidad y Tobago y Brasil, recepción de los mandatarios de Chile y Perú en la Casa Blanca, inminente visita de Kerry a Guatemala, invitación a Dilma Rousseff para una visita de Estado a Washington (única mandataria que tendrá este año ese privilegio, que ni siquiera recibió el premier chino la semana pasada), apoyo a la Alianza del Pacífico -los principales aliados de Washington impulsan esta integración, de matriz neoliberal y afín a la Asociación Transpacífica-, desestabilización en Venezuela a partir de no reconocer el triunfo electoral de Nicolás Maduro (aunque Kerry se reunió en la primera semana de junio con su par venezolano, lo cual podría implicar un giro luego de 3 años de ostracismo en las relaciones bilaterales), impulso al gobierno de Santos para proponer el ingreso de Colombia en la OTAN y recibir al opositor Capriles, negociación para que la DEA vuelva a actuar activamente en Argentina luego de la salida de la ministra de Seguridad, Nilda Garré.

En pocas semanas, la diplomacia de Washington actuó intensamente para reordenar el "patio trasero", luego de una década signada por las turbulencias que supusieron las rebeliones populares, el surgimiento de movimientos anti-imperialistas y la creación de instancias de integración que apuntan a recuperar como horizonte la autonomía, o al menos una inserción internacional de carácter multilateral. Desde el fin de la guerra fría, nunca habían los países latinoamericanos desafiado tan abiertamente la agenda de Washington. Para el Departamento de Estado, contrariado por este inédito desafío regional, ya es hora de volver a poner las cosas "en su lugar".

Históricamente las políticas de Washington hacia el sur del continente, desde que abandonaron las invasiones abiertas con marines en pos de la "buena vecindad", se nutrieron de dos componentes: "zanahorias" y "garrotes". Promesas de ayuda financiera, concesiones comerciales, inversiones e intercambios académicos convivieron históricamente con amenazas, desestabilizaciones, sanciones económicas y apoyos a militares golpistas. Así, para conseguir aprobar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en 1947, se prometió una suerte de "Plan Marshall para América Latina". Para lograr los votos que permitieran expulsar a Cuba de la OEA, se lanzó la Alianza para el Progreso.

En esa línea, hoy conviven los ofrecimientos -acuerdos de libre comercio, inversiones, asistencia financiera-, que funcionan como "espejitos de colores" para los gobiernos neoliberales de la región, con las amenazas para quienes confronten con los intereses de Washington: red de bases militares de nuevo tipo, desestabilización de los gobiernos bolivarianos, presión a través de las grandes corporaciones de prensa, financiamiento a grupos opositores a través de ONGs, quita de beneficios comerciales.

Los movimientos sociales y las fuerzas políticas populares de la región están advirtiendo esta nueva ofensiva imperialista, que aprovecha las debilidades del bloque bolivariano para reintroducir la agenda neoliberal. Retomar la integración desde abajo, aquella que hace casi una década logró derrotar el ALCA, parece uno de los caminos que están privilegiando para resistir este nuevo embate.


Marcha - 14 de junio de 2013

domingo, 16 de junio de 2013

Los territorios como otra cara de las relaciones de poder

Por María Eugenia Comerci 

Los sujetos sociales, en la cotidianidad, producimos espacios y lugares, territorios y regiones. Tanto el espacio como el tiempo y las representaciones que giran en torno a los mismos, son construcciones sociales históricamente definidas, y por ello, cambiantes y dinámicas. 
Lejos de ser “natural” la estructuración espacial del territorio pampeano, es el resultado de prácticas puestas en acción por diferentes sujetos que expresan cierta intencionalidad y suponen relaciones sociales asimétricas. 


Como nos enseña David Harvey: “la forma en que el espacio y el tiempo se determinan entre sí está íntimamente vinculada a las estructuras de poder y a las relaciones sociales, a los particulares modos de producción y consumo que existen en una sociedad dada. Por lo tanto, la determinación de lo que es el tiempo y el espacio no es políticamente neutral sino que está políticamente incrustada en ciertas estructuras de relaciones de poder. Considerar una versión del espacio y tiempo como “natural” significa aceptar el orden social que los corporifica como “naturales”, por lo tanto incapaces de cambiar” (1994: 3-4).
En este marco, los grupos dominantes intentan imponer sus particulares concepciones de tiempo y de espacio al resto de la sociedad, que a su vez es portadora de propias representaciones. De modo que coexisten, en la complejidad social, diversas  territorialidades y temporalidades. Así, por ejemplo en el territorio indígena del centro de Argentina, antes de las campañas militares de 1879, la espacialidad visible y material del concebido “desierto”, se definía por las rastrilladas que unían tolderías, lagunas, surgentes, salinas y cerros en extensos campos abiertos. Los espacios vividos se representaban en el arte rupestre, que expresaban distintas percepciones y diversos sentidos otorgados por la gente. Los tiempos se regían según los ciclos naturales y las creencias de los originarios. Los recorridos que realizaban en busca de ganado -lejos de ser anárquicos e irracionales-, conformaban ciclos que unían lugares con aguadas y se respetaban los tiempos reproductivos de las presas.
Esta concepción témporo-espacial fue alterada con la construcción del nuevo orden que impuso el estado nación en el denominado “Territorio de la Pampa Central”. En el año 1882, el espacio comenzó a ser mensurado, amojonado y dividido en departamentos, fracciones, secciones y lotes, administrados por un comisario de policía y un juez de paz. Así, desde la lógica occidental y moderna, durante el siglo XIX, en plena expansión del positivismo, el Territorio de la Pampa Central se fragmentó y cuantificó; el espacio se compartimentó en regiones claramente delimitadas y descriptas, contenedoras de recursos y poblaciones.
En este contexto, “lo espacial” adquirió suma importancia para el estado nación y se volvió susceptible de ser transformado, ordenado y mercantilizado. En el caso del oeste pampeano, el territorio se racionalizó desde la lógica occidental-moderna y se lo representó en una cartografía que, al servicio del nuevo orden dominante, reproducía los recursos naturales viables de explotación o los titulares registrales, ausentes y distantes “nuevos” propietarios de la tierra. Este espacio rápidamente entró en la dinámica del mercado y se inició un proceso de transacciones de compra y venta de tierra, pero la zona no se presentó, en general, como un área atractiva para la radicación de los titulares registrales ni para la realización de grandes inversiones.
Mientras tanto los puesteros y las puesteras se asentaban con sus familias en agudas naturales o en las cercanías de los ríos. Con propias lógicas espacio-temporales sustentaron la existencia con la cría de ganado y, en algunos casos, con el aporte del trabajo estacional. La ausencia de alambrado en los campos permitía, además, la generación de ingresos extra por medio de la caza y la recolección de especies del monte para la elaboración de utensilios y aperos.En la actualidad, en pleno avance de la frontera agropecuaria hacia la pampa árida, diversos sujetos sociales se hacen presentes en el oeste mediante el trazado de alambrado, el corte de caminos, la sobrecarga de los campos con vacunos y la realización de perforaciones en busca de petróleo y gas natural. Las manifiestas transformaciones en el espacio concebido-vivido y los nuevos tiempos de estos agentes están entrando en conflicto con los de los puesteros alterando sus estrategias de vida y redefiniendo sus espacialidades. Así, la diversidad de espacios y de tiempos a los que Harvey se refiere, implica diferentes modos de concepción del mundo, distintas maneras de producir territorios, de allí la importancia de los estudios geográficos e históricos en la visibilización de esos otros espacios y tiempos que posibilitan la construcción de territorios alternativos.


viernes, 14 de junio de 2013

Con luz verde para transmitir

Ley de Medios

Por Fernando Krakowiak
Publicado en Página 12, el 2 de junio


Desde la sanción de la ley de medios, en octubre de 2009, la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) otorgó 814 nuevas licencias y autorizaciones para radio, televisión abierta y cable. De ese total, 641 fueron licencias para el sector privado (78,7 por ciento) y 173 autorizaciones para el sector público estatal y no estatal (21,3 por ciento).De ese modo, el organismo busca sumar a nuevos jugadores, mientras analiza los planes de adecuación presentados por los grandes multimedios y espera que se resuelva la disputa judicial con el Grupo Clarín, que continúa amparado por una cautelar que le permite eludir el cumplimiento del proceso de desinversión.

La ley establece que para brindar servicios de radiodifusión los operadores privados, con o sin fines de lucro, deben acceder a una licencia, mientras que para las entidades del sector público estatal y no estatal basta con una autorización. Dentro del sector público estatal, la ley incluye al Estado nacional, provincias, municipios, universidades nacionales e institutos educativos nacionales; mientras que en el sector público no estatal se ubican la Iglesia Católica y los pueblos originarios.

En el caso de las 641 licencias al sector privado, 549 correspondieron a radios FM de baja potencia (85,6 por ciento de este subtotal), 6 a radios AM (0,9 por ciento) y 86 a servicios de televisión por cable (13,4 por ciento). A su vez, de esas 641 licencias, 74 fueron para entidades privadas sin fines de lucro: 44 licencias de televisión por cable para cooperativas de servicio público y 30 licencias de FM para asociaciones civiles, fundaciones y bibliotecas populares.

Por su parte, de las 173 autorizaciones al sector público, 139 fueron al sector estatal (80,3 por ciento de ese subtotal) y 34 al no estatal (19,7 por ciento). Dentro de las estatales, 120 corresponden a institutos educativos (todas radios FM), 9 a gobiernos provinciales (4 radios FM, 3 AM y 2 canales de televisión abierta), 3 a gobiernos municipales (3 FM) y 7 a universidades nacionales (5 radios FM y 2 canales de televisión abierta). Entre las no estatales, las 34 fueron a pueblos originarios (32 radios FM, una radio AM y un canal de televisión abierta).

En el caso de las licencias, fueron todas adjudicaciones directas, una opción contemplada en tres situaciones:

1) En el artículo 1 de las disposiciones complementarias del decreto 1225/10 se establece que las solicitudes de licencias para la instalación de radios FM comprendidas en la resolución del Comfer 1366/06 deben ser resueltas a través del procedimiento por el que fueron convocadas (adjudicación directa), previa verificación del cumplimiento de los requisitos que cada pliego estableció. La gran mayoría de las licencias aprobadas ahora se inscriben en ese llamado de 2006, previo a la ley de medios, por eso esas adjudicaciones son directas.

2) El artículo 49 de la nueva ley prevé la posibilidad de realizar adjudicaciones directas para servicios de baja potencia en zonas de alta vulnerabilidad social y/o escasa densidad poblacional, donde no haya conflictos por el uso del espectro. Varias FM fueron adjudicadas haciendo valer este artículo.

3) El otorgamiento de licencias para la televisión por cable no requiere el llamado a concurso público por ser un servicio que no utiliza espectro radioeléctrico. Por eso la Afsca les dio a los cableros 86 licencias de ese modo.

En la Afsca aclararon a Página/12 que el otorgamiento de las licencias no implica necesariamente que todas esas radios y televisoras estén emitiendo. Antes deben presentar un anteproyecto técnico y un certificado de inspección final. En el organismo que conduce Martín Sabbatella reconocen incluso que, entre los que sí recibieron la habilitación definitiva, puede haber casos en los que el emisor demore su salida, aunque también hay radiodifusores que ya venían emitiendo de manera ilegal desde antes de obtener la licencia y lo que se hizo fue regularizar su situación.

Si bien hasta ahora todas han sido adjudicaciones directas, en la Afsca remarcan que desde el año pasado se han abierto concursos públicos en 12 provincias para asignar frecuencias de FM al sector privado, aunque todavía no se resolvieron. En las próximas dos semanas se llevarán adelante convocatorias similares en Santiago del Estero y Salta.

En junio de 2011 también hubo una convocatoria a concurso para prestar servicio de comunicación audiovisual de televisión abierta, con definición estándar, en un canal digital, pero el llamado fue prorrogado al menos cuatro veces y finalmente se suspendió, sin que desde entonces haya habido novedades sobre el tema.

En lo que tampoco hubo demasiados avances desde la sanción de la ley es en la elaboración del Plan Técnico de Frecuencias y el Plan Nacional de Servicios de Comunicación Audiovisual Digitales. Recién el 13 de marzo de este año, la Afsca y el Ministerio de Planificación firmaron un convenio específico de cooperación para la conformación de un Comité Regulatorio Conjunto Permanente que tiene que avanzar en el diseño de ambos planes.

La ausencia de esos planes dificulta la organización del espectro radioeléctrico, pues es difícil resguardar un tercio para organizaciones sin fines de lucro, como prevé la normativa, si se desconoce cuál es el total disponible. No obstante, lo que decidió la autoridad regulatoria es ir reservándoles un tercio de todas las frecuencias que se van concursando.

Fuente: Página/12 - 2 de junio de 2013

martes, 11 de junio de 2013

VIII JORNADAS INTERDISCIPLINARIAS DE ESTUDIOS AGRARIOS Y AGROINDUSTRIALES

Buenos Aires,  29, 30, 31 de octubre y 1 de noviembre de 2013

 
CRONOGRAMA PARA LA PRESENTACIÓN DE ABSTRACTS
 
• Fecha límite de presentación de resúmenes: 15 de junio de 2013.
• Fecha límite de presentación de ponencias: 15 de septiembre de 2013.
Recordamos que no se aceptarán trabajos presentados por alumnos de grado.
 
 
EXTENSIÓN DE LOS RESÚMENES Y FORMA DE PRESENTACIÓN:
 
• Máximo de 200 palabras a espacio simple, letra Times New Roman 12. Indicar título de la ponencia, nombre y pertenencia institucional de los autores, eje temático propuesto, dirección de correo electrónico.
 
 
Los resúmenes y ponencias deberán enviarse a la siguiente dirección:jornadasagrarias2013@hotmail.com  Dirección alternativa: jorciea@econ.uba.ar
 

EJES TEMÁTICOS:
 
1- Historia agraria del período formativo del mundo rural: siglos XVIII y XIX.
2- Historia agraria y agroindustrial (de comienzos del siglo XX a la actualidad).
3- Recursos naturales, medioambiente y desarrollo rural. Sostenibilidad del desarrollo agrario. Agroecología. 
4- Transformaciones en  el espacio territorial concebido como rural. Aspectos demográficos  de la expansión agraria y organización de nuevos territorios a nivel  regional y territorial. La urbanización de la agricultura y las problemáticas de la integración rural urbana
5- Actualidad de la estructura social agraria. Agricultura empresarial. Estructura ocupacional. Empleo rural. Pluriactividad. Papel del cooperativismo y otras formas asociativas.
5 bis- Economías de escala, concentración económica y segmentación social: la desaparición de explotaciones agrarias y las transferencias de recursos.
6- Evolución y problemas de la agricultura y la ganadería. Tipos de explotaciones, precios, costos y rentabilidades. Relocalización y cambios en la producción vacuna.
7- La “sojización”. Aspectos sociales, económicos y ambientales. Rentabilidad y  localización  del cultivo en diversas regiones y países.
8- La tecnología agropecuaria. Cambio tecnológico. Innovación, transferencia y adopción de tecnología. La investigación y el desarrollo de tecnología nacional. La biotecnología y el papel de los transgénicos. El papel de los organismos técnicos en  la generación de tecnologías alternativas para la pequeña y mediana producción diversificada
9- Desarrollo regional y territorial. Problemas de las economías no pampeanas. Transformaciones operadas durante los últimos años.  Frontera agropecuaria, regiones y territorios en los países del Mercosur.
10- Instituciones y políticas públicas sectoriales. El rol del Estado. Regulaciones y políticas impositivas. Los Programas nacionales y provinciales.
11- La extensión y el desarrollo rural.  Nuevos paradigmas  de la extensión  y crisis de los modelos tradicionales, en el marco de  las transformaciones del espacio rural.
12-  La propiedad fundiaria  y la renta del suelo. Procesos de extranjerización de la tierra. Nuevos y viejos actores en la financiación de los procesos productivos, bajo diversas formas de tenencia de la tierra: fondos, fideicomisos y pools de siembra.
13- La agricultura familiar capitalizada y tradicional. Chacareros y campesinos.  Dinámica familiar y papel de las mujeres en las diferentes formas sociales de producción. La juventud agraria.
14- Conflictos y protestas agrarias. Movimientos sociales rurales. Actualidad y problemas de la reforma agraria. Gremiales agrarias y organizaciones campesinas. Los obreros rurales: su papel en las diferentes producciones, condiciones de vida y trabajo. Los sindicatos y otras formas de organización.
15- La problemática agraria y los pueblos originarios. Las organizaciones indígenas y la lucha por la tierra.
16- Complejos agroindustriales y relaciones intersectoriales. Concentración y transnacionalización en el sistema agroalimentario. Mercados y comercialización. Análisis de cadenas y de empresas agroindustriales. Sistemas Agroalimentarios Localizados (SIAL)
17- Globalización agroalimentaria, comercio internacional, empresas transnacionales, bloques regionales y políticas agrarias. Soberanía alimentaria. Biocombustibles.
 

INFORMES

Comisión Organizadora
E-mail:  ciea@econ.uba.ar
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lunes, 10 de junio de 2013

Extractivismo, un debate necesario en América latina

Por Leandro Morgenfeld
Publicado En Realidad Económica el 5/6/2013 

La primera década del siglo XXI generó un boom de la economía latinoamericana, basado en parte en la alta demanda y precios de las commodities. ¿Qué peligros sociales y ambientales tiene el esquema basado en las exportaciones agro-mineras? ¿Es posible otra utilización de los bienes comunes de la naturaleza? Los dilemas de la región.

América Latina, en los últimos años, tuvo un crecimiento económico sorprendente, sostenido por la alta demanda y precios de la soja, petróleo y bienes minerales. En la última década, proliferó el modelo extractivista, que se basa en la apropiación de cuantiosos volúmenes de bienes naturales, generalmente bajo prácticas intensivas, que en su mayor parte se exportan como materias primas (minería, agricultura, actividad forestal e hidrocarburífera).

Los países de la región están recreando, en un nuevo contexto mundial, un modelo agro-minero exportador. Este avance del extractivismo produce consecuencias negativas, debido al uso generalizado de agrotóxicos, desmontes, desalojos de comunidades rurales, contaminación, concentración de tierras y represión contra quienes resisten esas políticas. Las principales beneficiadas son las grandes corporaciones, en detrimento de los pueblos originarios, los campesinos, los pequeños productores y la población en general, que sufre y sufrirá los nefastos efectos ecológicos. Pero también le sacaron provecho, indirectamente, los Estados latinoamericanos, que captan una parte (minúscula generalmente) de esas rentas, pudiendo equilibrar sus cuentas fiscales y, en algunos casos, ampliando el gasto social. Esto último plantea un dilema fundamental para algunos gobiernos de la región.

Esta inserción económica internacional latinoamericana de los primeros años del siglo XXI (que permitió lograr balanzas comerciales positivas y superavit fiscal) se dio en un contexto mundial de aumento de la demanda de bienes comunes de la naturaleza, especialmente por haberse transformado China en una importadora creciente de materias primas.

No es casual que África y América Latina se hayan transformado en dos áreas fundamentales de disputa entre las históricas potencias imperiales y China, succionadora de bienes minerales y agropecuarios en estos dos continentes. La necesidad de alimentar a millones de personas que se incorporan cada año como consumidores al sistema capitalista y el creciente consumo energético de bienes hidrocarburíferos y minerales no renovables impulsó en la última década un aumento inédito de los precios y demanda de los mismos, impactando en la inserción económica internacional de los países latinoamericanos. Parece haber un ciclo en el que se invirtió la histórica tendencia al "deterioro de los términos de intercambio".

Esta orientación -el denominado "consenso de las commodities"- no se circunscribe a los gobiernos neoliberales de la región, ni a los países tradicionalmente mineros (Chile, Perú, Bolivia). Brasil, por ejemplo, es hoy el principal productor y exportador de bienes minerales. Según el especialista Eduardo Gudynas, en ese país se extrajeron 410 millones de toneladas de sus principales minerales en 2011. El resto de los países sudamericanos, en total, sumaron 147 millones de toneladas. En el caso de Argentina, según el periodista Darío Aranda, el monocultivo de soja pasó en la última década de 12 a casi 20 millones de hectáreas (del 38% al 56% de la superficie cultivada). En el caso de la minería, hace 10 años había 40 proyectos y hoy existen 600. Corporaciones transnacionales, con la Barrick Gold a la cabeza, hacen grandes negocios en el país.

Además de haberse demostrado que la idea del "desacople" (la ilusión de que América Latina podía evitar las consecuencias de la crisis económica global) era errada, el modelo extractivista plantea un debate importantísimo: ¿Es sostenible desde el punto de vista social este modelo agro-minero exportador? ¿Y desde el punto de vista ambiental?

Para algunos, el tema ambiental es secundario, y la especialización en la producción y exportaciones de commodities es lo que permitió a los gobiernos progresistas de la región recuperar la influencia del Estado y ampliar las políticas sociales. Entre quienes sí advierten sobre las consecuencias nefastas, existen dos grandes grupos. El primero, integrado por los activistas que apuestan a un capitalismo verde, es decir plantean que es necesario incrementar las regulaciones y controles en función de un modelo extractivo sustentable. El segundo, compuesto por quienes advierten que la destrucción (consumo sin reposición) exponencial de minerales y bienes agropecuarios llevará en pocas décadas a una crisis sistémica y civilizatoria. La salida, esgrimen, tiene que ver con el ecosocialismo, es decir con una perspectiva que denuncie el carácter irreconciliable del capitalismo con la preservación de un equilibrio ecológico. Sostienen la necesidad de construir otro tipo de sociedad -que no se base en la explotación del hombre por el hombre- y otro patrón de producción-consumo que no aniquile los bienes comunes de la tierra en el mediano plazo.

Esta última posición se entronca con las luchas y los planteos de diversos movimientos sociales latinoamericanos (como los que se produjeron la semana pasada, en el marco de la Marcha Mundial contra Monsanto) que denuncian la minería a cielo abierto, la sojización, la desforestación, la expropiación de pequeños campesinos y pueblos originarios, vinculando ambas luchas, social y ambiental, en una perspectiva anti-imperialista y anti-capitalista. Advertir los peligros de la profundización de la "acumulación por desposesión" -concepto de David Harvey- es un paso fundamental para construir una estrategia de resistencia frente a la ofensiva del gran capital para apropiarse de los bienes comunes de la naturaleza.


Plan B - 1 de junio de 2013. 

martes, 4 de junio de 2013

Disparan contra Venezuela, pero quieren matar la integración

Por Aram Aharonian
Publicado en Revista Realidad Económica el 30/5/2013 

A finales de junio, Venezuela asumirá por primera vez la presidencia pro témpore del Mercosur (PPTVEN), en la Cumbre en Montevideo, pero con una activa agenda presidencial. Ya Nicolás Maduro comenzó, en gira por Uruguay, Argentina Y Brasil, a consensuar con los Presidentes la agenda política del bloque. Esta presidencia se desarrollará en el marco del despliegue de las fuerzas derechistas en el continente y de un ambiente político de alta tensión, en el cual la derecha continental intentará romper la unidad política de la región.

La ofensiva ya comenzó desde el primer día de la presidencia de Nicolás Maduro, con una violenta ofensiva contra las instituciones, tratando de desestabilizar el país, quizá en busca de una intervención militar extranjera, a falta de un triunfo electoral inmediato. Con gran cobertura mediático, dirigentes de la oposición venezolana han viajado a Estados Unidos y a los países sudamericanos (Perú, Uruguay, Argentina, en especial) en busca de apoyos para desestabilizar el gobierno de Maduro. “Me da la impresión de que hay una terrible inflación mediática”, dijo al respecto el presidente uruguayo José Mujica. “Quiero es llamar la atención, los problemas de superficie, por duros que sean y por buenas o malas soluciones que se les encuentren, no son los principales, sino que los problemas de fondo son los que hacen la suerte de la gente”, advirtió.

No es para nada descartable que en algunas instancias del Mercosur se presenten procesos de antagonismo protagonizados por organizaciones empresariales, sindicales e incluso parlamentarias, que cuentan, además, con el amplificador de los medios cartelizados y comerciales de comunicación de cada uno de los países, de Estados Unidos y de Europa. Esta ofensiva obliga a concentrar un conjunto de iniciativas que coadyuven a contrarrestar el proceso contrarrevolucionario cuyo fin es, también, la destrucción del bloque.

Este no es el mismo Mercosur de sus comienzos. En la última década, gracias a las políticas de inclusión social, más de 40 millones de personas se han incorporado en nuestros países al mercado de consumo y sus necesidades –incluyendo al turismo- debieran ser abastecidas por producción regional (y no china, estadounidense o europea). Hoy, ante la crisis mundial, hubo necesidad de recogerse hacia los intereses nacionales, sacrificando a veces integración regional por economía nacional, lo cual ha llevado a que se cierren incluso rutas de comercio que ya estaban establecidas.

Tampoco el accionar de la derecha es similar a la de 20 años atrás. Ha cambiado su discurso y su metodología. Hoy buscan dirigentes jóvenes, con discursos populistas, dispuestos a trabajar la territorialidad e, incluso a protagonizar (o animar) acciones violentas y desestabilizadoras en sus países. Cuentan, además, con un poderoso respaldo financiero foráneo y el altavoz de los medos cartelizados. Lo cierto es que el bloque regional está en la mira de la derecha internacional por su propia existencia. A diferencia de lo que sucede en Europa, ninguno de los países del Mercosur ha propuesto combatir la crisis con políticas de austeridad. Y por ello todos están siendo severamente atacados por no priorizar la defensa del capital financiero sobre los intereses de sus pueblos. Es más, el próximo semestre se lanzarán las negociaciones para la firma de un TLC y Acuerdo de Inversiones entre Estados Unidos y la Unión Europea, para la construcción del Mercado Común Trasatlántico (MCT), a fin de reanimar sus economía y frenar su desgaste ante los países emergentes y el crecimiento de Asia, China y Brasil. Este MCT debiera impulsar el libre comercio mundial, activando negociaciones como el acuerdo entre Mercosur y la UE o las negociaciones para la liberalización del comercio mundial de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Y, de concretarse, seguramente perjudique a los países de la región que tienen acuerdos de libre comercio con EEUU y la UE.

Mientras, las políticas europeas, chinas y estadounidenses presionan la desindustrialización de las economías del Mercosur. La presión por materias primas han desestimulado las inversiones industriales ligeras y estimulado las extractivas en todos los países del bloque. Si bien dos terceras partes del comercio del bloque es del sector automotriz, hay que recordar que estas ganancias (de casi siete mil millones de dólares en 2011) son transferidas a sus casas matrices (empresas trasnacionales). Una lectura seria de estas cifras hace el impulso de la integración productiva de pequeñas y medianas empresas nacionales.

Durante la presidencia pro témpore de Venezuela sin duda se acelerará la incorporación gradual de otros países sudamericanos al bloque: sobre ello ya existe consenso. Bolivia ya firmó su adhesión, habría que retomar las negociaciones con Ecuador, que ya se mostró dispuesto, y sumar a Surinam y Guayana como miembros asociados. No sólo disparan contra Maduro y la Revolución Bolivariana: La meta es aniquilar los procesos de integración y poder someter nuestras riquezas naturales a la expoliación de las trasnacionales y los voraces capitales financieros, que está cumpliendo su tarea de pauperizar también Europa.


Observatorio Económico Latinoaméricano (OBELA)

sábado, 1 de junio de 2013

Las ideologías de los escudos de las localidades pampeanas

Para analizar y repensar... los escudos de nuestra localidades y las representaciones que subyacen en los mismos, deberían al menos hacernos reflexionar sobre nuestra historia y lo que proyectamos reproducciendo ciertos símblos que  aun hoy representan a los territorios de las localidades. Miro el escudo de Toay y no paro de pensar en estas dualidades: "civilización/barbarie", "desierto/progreso" "caos/orden" subyace la idea de "frontera entre dos mundos", como diría Fernando Araoz.... Entonces ¿qué nos dicen estos escudos?, ¿qué implicancias ideológicas subyacen en los mismos y que territorios proyectan? Como sabemos, nada es neutral...


 Analicemos el escudo de Toay: sol, bandera nacional, espiga de trigo, lanzas, fortín central, ferrocarril, caldén, división de la tierra, alambres, propiedad privada, colonización. Nuestros escudos dicen mucho de los territorios deseados por el estado, dicen mucho de una forma de organización del espacio y de dominación, nos hablan de las territorialidades pensadas a fines del siglo XIX, luego de las campañas genocidas contra los pueblos originarios... Y, lejos de generarnos conflictos, hoy siguen vigentes y se reproducen. Ya es hora de cuestionarlos...

Acá transcribo la explicación oficial del escudo de Toay:

"Forma: cuadrilongo con la base redondeada cortado y medio partido timbrado acamado.
Trae en el primer cuartel tapiz de azur celeste sobre la línea del horizonte un mangrullo de sable en construcción abierta con una bandera al tope y empalizada en su base.
Trae en el segundo cuartel tapiz de sinople un caldén de sable
Trae en el tercer cuartel tapiz de sinople un ramo de línea férrea cuatro durmientes de sable y rieles de plata aclarados de sable.
Separando ambos cuarteles inferiores un alambrado de sable.
Ornamentos: como timbre un sol naciente de oro figurado con nueve rayos flamígeros de lo mismo. Sobre ambos lados espigas de trigo estilizadas de oro. en la faja de la punta por fuera del blasón una cinta terciada en faja de azur celeste y plata cargada con un lema toponímico en caracteres capitales romanos de plata debajo una  fecha de sable; en los extremos la cinta se separa en sus tres fajas que penden libremente.Panoplia de armas: dos lanzas indígenas de su color empenachadas de su color y puntas de plata que se cruzan en sotuer por detrás del blasón.
 
SIMBOLOGÍA
 
Dividido en dos campos. Un campo celeste, el cielo. Un campo verde, presenta la geografía de ese sector de La Pampa.
Los campos están divididos por el alambrado, que significa la colonización y sobre el campo celeste está dibujado el mangrullo, que representa el fortín que se encontraba en Toay. Sobre el campo verde, a la izquierda el Caldén, árbol típico de la zona del Caldenal a la que pertenece Toay, y a la derecha las vías del ferrocarril también representando a la colonización que llegó por este medio de transporte. Sobre el horizonte aparece el sol naciente, al igual que en el escudo de la Patria.
Abajo la cinta blanca y celeste con la inscripción 1894, significa la inserción en la Nación Argentina. Atraviesan el escudo las lanzas de los aborígenes, y a cada costado las espigas de trigo que simbolizan la explotación agropecuaria tradicional en esta región" Fuente: http://www.toay.gob.ar/escudo_municipal.php