La superficialidad con la que el presidente Mauricio Macri y su gabinete abordaron el tema Malvinas, con anuncios sobre la discusión de la soberanía y sus desmentidas posteriores, es una consecuencia de su matriz neoliberal: allí la soberanía es un tema menor, no prioritario, casi una molestia ante temas más relevantes como la “inserción en el mundo” y los estímulos a los grandes jugadores económicos locales y mundiales para que elijan a nuestro país como territorio para sus inversiones.
Blog de la Cátedra Geografía de Argentina. Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Nacional de La Pampa
jueves, 1 de diciembre de 2016
La industria local en su peor momento
La actividad industrial cayó 8 por ciento en octubre respecto de igual mes del año pasado, anotando la mayor caída de 2016. En los primeros 10 meses del año, anotó un retroceso de 4,9 por ciento. Así lo informó ayer el Indec, en un documento que confirma que la recesión se sigue profundizando en el segundo semestre. Los industriales fueron uno de los sectores empresarios que en los últimos meses realizaron las mayores críticas al Gobierno porque no se reactiva el consumo y, por tanto, la venta. El sector textil fue el rubro manufacturero con mayor retroceso en octubre, lo que se debe a la depresión del mercado interno y el programa de apertura de las importaciones.
Los 12 bloques que componen la actividad industrial tuvieron contracciones en octubre. Las ramas que producen para abastecer la demanda interna fueron las que marcaron peor performance.
La rama textil cayó 26,7 por ciento interanual, con un retroceso de 28,1 por ciento en hilados de algodón y de 26,3 por ciento en tejido. Este sector que produce para el mercado local no sólo debe lidiar con la baja de ventas sino enfrentar la competencia de productos del exterior.
El rubro de alimentos, por caso, anotó una baja del 3,5 por ciento, al destacarse los retrocesos del 13,8 por ciento en lácteos, del 2,1 por ciento en carnes rojas y del 1,6 en molienda de cereales y oleaginosas. A su vez, papel y cartón tuvo merma del 1,0 por ciento y edición e impresión bajó 9,6.
La refinación de hidrocarburos tuvo una reducción del 1,7 por ciento. El sector no sólo se encuentra en una fase recesiva sino que empezaron las disputas de intereses entre empresarios y Gobierno. El presidente de Techint, Paolo Rocca, sostuvo ayer que el desarrollo de la formación de recursos no convencionales Vaca Muerta sólo puede generarse con precios de explotación subsidiados. “Creo que habría que fijar un precio de referencia para el gas en torno a los 7 dólares el millón de BTU. Cinco años es el mínimo para apuntar a una economía de escala”, dijo Rocca. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, le respondió que el pedido no era pertinente.
El bloque de minerales no metálicos marcó un descenso del 11,8 por ciento, producto a la merma del 6,6 por ciento en vidrio, del 13,9 en cemento y del 11,9 en otros materiales para la construcción. La edificación atraviesa una caída que no se veía desde 2002, con el estallido de la convertibilidad. La rama de metales básicos también marcó una fuerte contracción, al disminuir 16,2 por ciento. En el detalle, se destacó la reducción del 19,7 por ciento en productos de acero crudo.
El sector automotor es otra actividad que no repunta y marcó en octubre un descenso de 19,1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. La dificultad para exportar a Brasil explica gran parte del deterioro de la rama. En lo que refiere a la industria metalmecánica, en tanto, se anotó una baja de 5,7 por ciento.
El bloque de productos químicos cayó 0,7 por ciento, aunque tuvo importantes bajas en algunos de sus rubros, en donde se destacó la merma de 11,3 por ciento en gases industriales, de 6,2 por ciento en jabones, de 18,6 en fibras sintéticas y artificiales y de 4,8 en productos farmacéuticos. Además, la rama de caucho y plástico registró una baja de 13,4 por ciento, al disminuir 16,3 por ciento las manufacturas de plástico. Los recortes de personal en la industria manufacturera empezaron a multiplicarse en los últimos meses, a lo que se sumó la reducción de jornadas laborales, recortes de horas extra, suspensiones y adelantamiento de vacaciones.
Fuente: Página 12, 1 de diciembre de 2016.
lunes, 14 de noviembre de 2016
El capital acecha los campos a través de la caza deportiva
Por MARÍA EUGENIA COMERCI *
– LA ACTIVIDAD CINEGÉTICA, LA CACERÍA COMO DEPORTE, MODIFICA EN EL CALDENAL Y EL MONTE PAMPEANO EL PAISAJE EXISTENCIAL. LA REGIÓN NO ESCAPA A LA MAYOR VALORIZACIÓN POR EL AVANCE DEL CAPITAL.
La práctica de la caza de fauna tiene una larga trayectoria en el Territorio de la Pampa Central y luego, provincia de La Pampa. Sin embargo se desarrolló de manera deportiva desde la creación de la estancia de Pedro Luro con la incorporación de ciervos colorados y jabalíes, que luego se dispersaron y poblaron distintos sectores del bosque.
Los productores del espinal y monte occidental, han desarrollado la práctica de la caza como una tradición arraigada, combinando esta actividad, con o sin fines de lucro, con la ganadería. En los últimos años, especialmente luego de la devaluación de la moneda nacional de 2002, han surgido nuevos emprendimientos de cotos y campos de caza en la provincia con otros perfiles productivos.
La penetración del capital en los espacios rurales de Argentina ha facilitado el ingreso de inversiones nacionales y extranjeras vinculadas con la actividad cinegética. En este contexto, espacios, regiones y lugares con una organización preexistente familiar como las desarrolladas en el caldenal y el monte de la provincia de La Pampa, se han valorizado por el avance del capital y están apareciendo nuevas dinámicas espaciales. Estos procesos están redefiniendo las tramas sociales que devienen en nuevas redes asociadas con los circuitos que impone la actividad cinegética.
Tierra y propiedad.
De acuerdo con datos del registro de la Ley de Tierras (Ley 26.737 de Protección del Dominio Nacional de Tierras Rurales aprobada en el año 2012 y modificada en año 2016), en La Pampa los extranjeros eran propietarios, en el año 2013, de 369.052 hectáreas, lo que representaba el 2,58% del total. Los departamentos que presentaban mayor porcentaje de extranjerización eran los localizados en la franja del caldenal, liderando la concentración Loventué y Utracán. En algunos ejidos del centro-oeste provincial, el porcentaje de extranjerización supera ampliamente el 15%: en Loventué varía entre 30 y 60%, en La Reforma entre 15 y 30; en Victorica, Carro Quemado y Algarrobo del Aguila es del 10 a 15 %. En estos espacios, además de la ganadería vacuna, se ha expandido la actividad cinegética de los cotos de caza. De este modo, los ejidos municipales con mayor extranjerización de tierras rurales presentan correlación con la localización de los cotos habilitados y dan cuenta de una nueva valorización territorial.
De acuerdo con datos del registro de la Ley de Tierras (Ley 26.737 de Protección del Dominio Nacional de Tierras Rurales aprobada en el año 2012 y modificada en año 2016), en La Pampa los extranjeros eran propietarios, en el año 2013, de 369.052 hectáreas, lo que representaba el 2,58% del total. Los departamentos que presentaban mayor porcentaje de extranjerización eran los localizados en la franja del caldenal, liderando la concentración Loventué y Utracán. En algunos ejidos del centro-oeste provincial, el porcentaje de extranjerización supera ampliamente el 15%: en Loventué varía entre 30 y 60%, en La Reforma entre 15 y 30; en Victorica, Carro Quemado y Algarrobo del Aguila es del 10 a 15 %. En estos espacios, además de la ganadería vacuna, se ha expandido la actividad cinegética de los cotos de caza. De este modo, los ejidos municipales con mayor extranjerización de tierras rurales presentan correlación con la localización de los cotos habilitados y dan cuenta de una nueva valorización territorial.
Perfiles cinegéticos.
En los últimos años, productores familiares con explotaciones agropecuarias ubicadas en el espinal han incorporado como un complemento a sus ingresos, la actividad de la caza deportiva. En estos establecimientos, los cazadores pagan por el derecho de cazar o por los servicios y trofeos obtenidos durante la experiencia cinegética. Constituyen mayoritariamente cotos familiares que poseen establecimientos con cercado perimetral común (alambrados menores a 1,20 metros de altura) lo que posibilita la circulación de la fauna silvestre entre las explotaciones. La gran mayoría utiliza trabajo familiar y eventualmente contrata a trabajadores para realizar tareas específicas. Durante la temporada de caza mayor emplean a trabajadores estacionales de la zona (guías de caza, cocineras y empleadas para el servicio doméstico). Son explotaciones medianas-pequeñas, a menudo inferiores a lo establecido por la unidad económica y realizan la actividad cinegética (caza mayor y menor) para complementar los ingresos de la ganadería (cría mayoritariamente).
Desde el punto de vista de la reproducción de las especies, es frecuente que los propietarios preserven el estado de la fauna silvestre y el cumplimiento de la legislación, considerada imprescindible para poder sostener la actividad de la caza deportiva a través del tiempo. Además de los “cuadros limpios” (sin caldenes ni monte bajo de otro tipo) y sembrados que forman parte de la estrategia del coto para que se acerquen los animales, poseen, en distintos sectores del campo, apostaderos fijos y móviles, bebederos, que son usados por el ganado y la fauna silvestre. Algunos además cuentan con instalaciones para que se alojen los cazadores. Estas, muchas veces, consisten en la remodelación de las casas de campo que son readaptadas en distintas habitaciones con baños privados. Por lo general, la cocina, comedor y galería son espacios comunes que complementan la oferta turística.
En los últimos años, productores familiares con explotaciones agropecuarias ubicadas en el espinal han incorporado como un complemento a sus ingresos, la actividad de la caza deportiva. En estos establecimientos, los cazadores pagan por el derecho de cazar o por los servicios y trofeos obtenidos durante la experiencia cinegética. Constituyen mayoritariamente cotos familiares que poseen establecimientos con cercado perimetral común (alambrados menores a 1,20 metros de altura) lo que posibilita la circulación de la fauna silvestre entre las explotaciones. La gran mayoría utiliza trabajo familiar y eventualmente contrata a trabajadores para realizar tareas específicas. Durante la temporada de caza mayor emplean a trabajadores estacionales de la zona (guías de caza, cocineras y empleadas para el servicio doméstico). Son explotaciones medianas-pequeñas, a menudo inferiores a lo establecido por la unidad económica y realizan la actividad cinegética (caza mayor y menor) para complementar los ingresos de la ganadería (cría mayoritariamente).
Desde el punto de vista de la reproducción de las especies, es frecuente que los propietarios preserven el estado de la fauna silvestre y el cumplimiento de la legislación, considerada imprescindible para poder sostener la actividad de la caza deportiva a través del tiempo. Además de los “cuadros limpios” (sin caldenes ni monte bajo de otro tipo) y sembrados que forman parte de la estrategia del coto para que se acerquen los animales, poseen, en distintos sectores del campo, apostaderos fijos y móviles, bebederos, que son usados por el ganado y la fauna silvestre. Algunos además cuentan con instalaciones para que se alojen los cazadores. Estas, muchas veces, consisten en la remodelación de las casas de campo que son readaptadas en distintas habitaciones con baños privados. Por lo general, la cocina, comedor y galería son espacios comunes que complementan la oferta turística.
Redes.
En este tipo de establecimientos supone además, la generación de redes que tienen un alcance local-regional y eventualmente se articulan con redes internacionales cuando, a través de mediadores, ingresan turistas extranjeros. Esta forma de practicar la actividad coexiste con la desarrollada por empresarios propietarios de cotos cerrados, muchos de ellos con “jaula” (criaderos), alta inversión de capital e instalados en los últimos quince años en la provincia de La Pampa. Paralelamente existe un perfil de propietarios de cotos sin fines de lucro y sin acceso al público, concentrado en capitales foráneos que se dedican a practicar la caza deportiva entre “amigos”. Este tipo de cotos puede encontrarse en campos “marginales” del oeste pampeano en los que los titulares registrales (nacionales y extranjeros) accedieron a la compra de la tierra y en función de las pasturas y presencia de agua estacional (bañados del Atuel/Salado), cada año habilitan o no los establecimientos. Son abiertos, sin alambres, de acceso restringido para el público en general, sin fines de lucro y en los que se caza principalmente chancho jabalí.
En este tipo de establecimientos supone además, la generación de redes que tienen un alcance local-regional y eventualmente se articulan con redes internacionales cuando, a través de mediadores, ingresan turistas extranjeros. Esta forma de practicar la actividad coexiste con la desarrollada por empresarios propietarios de cotos cerrados, muchos de ellos con “jaula” (criaderos), alta inversión de capital e instalados en los últimos quince años en la provincia de La Pampa. Paralelamente existe un perfil de propietarios de cotos sin fines de lucro y sin acceso al público, concentrado en capitales foráneos que se dedican a practicar la caza deportiva entre “amigos”. Este tipo de cotos puede encontrarse en campos “marginales” del oeste pampeano en los que los titulares registrales (nacionales y extranjeros) accedieron a la compra de la tierra y en función de las pasturas y presencia de agua estacional (bañados del Atuel/Salado), cada año habilitan o no los establecimientos. Son abiertos, sin alambres, de acceso restringido para el público en general, sin fines de lucro y en los que se caza principalmente chancho jabalí.
Hunting ranch.
A diferencia de los cotos abiertos (con alambre perimetral menor a 1,20 m.), generalmente administrados por productores familiares capitalizados o bien por extranjeros que los utilizan como forma de recreación eventual, los auto-llamados hunting ranch, se dedican exclusivamente a la actividad cinegética (caza mayor y menor). Son empresarios que poseen los títulos de propiedad privada de los campos concentrados en la ecorregión del bosque de caldén y practican la caza deportiva y eventualmente, comercial. Algunos, además, arriendan campos (en las provincias de La Pampa, Buenos Aires, Santiago del Estero, entre otros) para completar el circuito con la caza acuática o con especies autóctonas de otros lugares.
Se especializan en el rubro y son empresarios provinciales, nacionales o extranjeros que manejan diferentes idiomas. Contratan empleados permanentes y estacionales que varían de acuerdo a los ciclos de caza y las temporadas. A menudo administran varios cotos a la vez y presentan capacitación en carreras liberales asociadas con administración de empresas, economía y finanzas, etc. En estos cotos también se organizan safaris nacionales y cuentan con hotelería de cinco estrellas.
Los campos presentan cercado perimetral y criaderos de ganado silvestre para garantizar los trofeos de calidad, diversidad y cantidad de ganado. Poseen un cercado del predio superior al 1.20 m., con o sin infraestructura para el desarrollo de sistemas de cría intensiva, manejo genético, importación, cría y manejo de animales exóticos (búfalos, antílopes, ciervos axis, gamo, carneros Texas Dall o muflones híbridos, entre otros).
A diferencia de los cotos abiertos (con alambre perimetral menor a 1,20 m.), generalmente administrados por productores familiares capitalizados o bien por extranjeros que los utilizan como forma de recreación eventual, los auto-llamados hunting ranch, se dedican exclusivamente a la actividad cinegética (caza mayor y menor). Son empresarios que poseen los títulos de propiedad privada de los campos concentrados en la ecorregión del bosque de caldén y practican la caza deportiva y eventualmente, comercial. Algunos, además, arriendan campos (en las provincias de La Pampa, Buenos Aires, Santiago del Estero, entre otros) para completar el circuito con la caza acuática o con especies autóctonas de otros lugares.
Se especializan en el rubro y son empresarios provinciales, nacionales o extranjeros que manejan diferentes idiomas. Contratan empleados permanentes y estacionales que varían de acuerdo a los ciclos de caza y las temporadas. A menudo administran varios cotos a la vez y presentan capacitación en carreras liberales asociadas con administración de empresas, economía y finanzas, etc. En estos cotos también se organizan safaris nacionales y cuentan con hotelería de cinco estrellas.
Los campos presentan cercado perimetral y criaderos de ganado silvestre para garantizar los trofeos de calidad, diversidad y cantidad de ganado. Poseen un cercado del predio superior al 1.20 m., con o sin infraestructura para el desarrollo de sistemas de cría intensiva, manejo genético, importación, cría y manejo de animales exóticos (búfalos, antílopes, ciervos axis, gamo, carneros Texas Dall o muflones híbridos, entre otros).
Sujeto empresarial.
La expansión de este tipo de establecimientos generada en los últimos años supone la gestación de un nuevo sujeto empresarial en el agro y una nueva territorialidad rural que se expresa en la existencia de alambres perimetrales altos para evitar que los animales salgan del predio, galpones de manejo, jaulas, corrales, mangas, bebederos, apostaderos e incluso, fauna silvestre nativa y exótica, instalaciones de hospedaje con todos los servicios para los turistas: lavandería, baño privado, TV satelital, wifi, calefacción, teléfono, cocina gourmet y desayuno americano, entre otros. La territorialidad gestada no es solo material, pues incluye la generación de redes, elementos simbólicos e inmaterialidades que articulan estos espacios con otros de “cacería” en el mundo. Estos cotos participan de ferias internacionales del Safari Club en EEUU y Europa y poseen representantes en distintos países del mundo -España, Estados Unidos, México, Noruega, Polonia, Alemania- que facilitan los contactos para la concreción de la experiencia de caza en los cotos pampeanos. En estos eventos se ofrece el “paquete”, es decir el circuito de caza, pasaje en avión, recorrido, estadía en el campo.
Además de estos perfiles se ha expandido en el caldenal el empresario que desarrolla el turismo de estancia. Son, generalmente, productores medianos que poseen cabezas de ganado y en un sector del campo ofrecen la experiencia de la caza deportiva, a menudo tercerizada. En estos establecimientos se ofrece la estadía, recorridos, caminatas, cabalgatas, centros culturales.
De este modo, existen distintos perfiles productivos asociados con la actividad de la caza deportiva y comercial. Algunos tienen origen agropecuario y carácter familiar; otros provienen del ámbito urbano y poseen lógicas meramente empresariales. En ambos se destaca el avance de la profesionalización y especialización en el rubro con una profundización del carácter empresarial de los sujetos y las lógicas globales en torno a los circuitos de caza.
La expansión de este tipo de establecimientos generada en los últimos años supone la gestación de un nuevo sujeto empresarial en el agro y una nueva territorialidad rural que se expresa en la existencia de alambres perimetrales altos para evitar que los animales salgan del predio, galpones de manejo, jaulas, corrales, mangas, bebederos, apostaderos e incluso, fauna silvestre nativa y exótica, instalaciones de hospedaje con todos los servicios para los turistas: lavandería, baño privado, TV satelital, wifi, calefacción, teléfono, cocina gourmet y desayuno americano, entre otros. La territorialidad gestada no es solo material, pues incluye la generación de redes, elementos simbólicos e inmaterialidades que articulan estos espacios con otros de “cacería” en el mundo. Estos cotos participan de ferias internacionales del Safari Club en EEUU y Europa y poseen representantes en distintos países del mundo -España, Estados Unidos, México, Noruega, Polonia, Alemania- que facilitan los contactos para la concreción de la experiencia de caza en los cotos pampeanos. En estos eventos se ofrece el “paquete”, es decir el circuito de caza, pasaje en avión, recorrido, estadía en el campo.
Además de estos perfiles se ha expandido en el caldenal el empresario que desarrolla el turismo de estancia. Son, generalmente, productores medianos que poseen cabezas de ganado y en un sector del campo ofrecen la experiencia de la caza deportiva, a menudo tercerizada. En estos establecimientos se ofrece la estadía, recorridos, caminatas, cabalgatas, centros culturales.
De este modo, existen distintos perfiles productivos asociados con la actividad de la caza deportiva y comercial. Algunos tienen origen agropecuario y carácter familiar; otros provienen del ámbito urbano y poseen lógicas meramente empresariales. En ambos se destaca el avance de la profesionalización y especialización en el rubro con una profundización del carácter empresarial de los sujetos y las lógicas globales en torno a los circuitos de caza.
*Geógrafa, investigadora del CONICET/UNLPam
Fuente: Caldenia, 13 de noviembre de 2016
jueves, 27 de octubre de 2016
La industria, cada vez peor
CONTRACCION DEL 8 POR CIENTO EN SEPTIEMBRE, UNA DE LAS MAYORES DEL AÑO
La consultora liberal FIEL advirtió que la actividad fabril no encuentra piso en su caída. También hubo una baja contra agosto, del 2,6 por ciento. Autos, línea blanca y bienes de capital, los más afectados.
La actividad industrial cayó en septiembre 8 por ciento en relación al mismo mes de 2015, lo que supone una de las peores marcas del año, según los datos de la consultora liberal FIEL. Además, redujo su nivel frente a agosto un 2,6 por ciento sin tener en cuenta factores estacionales. El peor desempeño fue para los bienes de consumo durable, como línea blanca y autos, seguido por bienes de capital, que sirven de termómetro de la inversión, y los bienes de uso intermedio. Los sectores que más cayeron fueron automotor y siderurgia. Al contrario del discurso oficialista, la baja de la industria no encontró todavía su piso, a raíz de la tracción negativa del consumo por la baja de salarios, la crisis de Brasil y el aumento de importaciones.
Ante la fuerza de los hechos, el Gobierno dejó a un lado el planteo acerca de los supuestos brotes verdes. Según FIEL, una consultora ideológicamente cercana al macrismo, el tercer trimestre cerró con una caída del 6,9 por ciento en relación al año pasado, unas décimas mejor que la merma del 7,3 por ciento del segundo trimestre. La baja del 8 por ciento en septiembre estuvo en el escalón más bajo del año junto a la caída del 9,2 por ciento de junio y del 8,6 por ciento de julio.
Los bienes más castigados fueron los de consumo durable, con una caída del nivel de actividad del 11,2 por ciento interanual en septiembre. Se trata de los sectores de línea blanca, equipamiento para el hogar, autos y motos, entre otros. Ese desempeño tiene que ver por un lado con el impacto en el consumo de la caída de los salarios reales, que deterioraron poder de compra. Pero además se trata de rubros en donde se verificó un incremento de la participación de los artículos importados en detrimento de la producción nacional.
La producción de bienes de capital bajó el mes pasado un 12,9 por ciento frente al mismo período del año pasado, lo que refleja que el desplome de la inversión todavía no cesó. En este punto pesa no sólo la baja expectativa de venta del empresariado, que posterga las decisiones de compra de equipamiento para la producción, sino las altas tasas de interés que vuelven menos atractiva esa posibilidad ante la colocación financiera. La producción de bienes intermedios cayó 8,8 por ciento.
La producción de bienes de consumo no durable, más indispensables para el día a día, cayó un 4,1 por ciento interanual. Una parte importante de ese segmento se encuadra en el consumo masivo, que según el último informe de la consultora privada CCR cayó el mes pasado un 7,3 por ciento. En los supermercados y los comercios de cercanía la merma fue la mayor del año, del 8,1 por ciento.
En el desagregado por sectores, la siderurgia cayó en septiembre 19,6 por ciento interanual y el mes anterior había bajado un 27,4 por ciento. El sector automotor también registró una baja del 19,6 por ciento, mientras que la fabricación de cigarrillos cayó un 13,1 por ciento. En tanto, químicos y plásticos bajaron 9,2 por ciento; insumos para la construcción lo hicieron en un 8,3 por ciento y la metalmecánica, un 7,3 por ciento. En el rubro de alimentos y bebidas la caída fue del 2,8 por ciento; en textiles, del 0,9 y en pasta y papel, del 1,6 por ciento.
Otro de los factores que explican el derrape industrial es la situación de Brasil. En agosto, la actividad económica en el país vecino cayó 0,9 por ciento en la comparación mensual, el peor resultado de los últimos quince meses. En el año acumula una merma del 5 por ciento sobre una base de comparación baja, ya que en 2015 la economía mostró una retracción del 3,8 por ciento, la mayor caída de los últimos 25 años. En este punto también el Gobierno argentino quedó en offside, con su pronóstico de que Brasil había entrado en fase de recuperación.
Fuente: Página 12, 27 de octubre de 2016.
miércoles, 5 de octubre de 2016
Un espacio de explotación económica
Por Carlos Heller
Ya en 1997 el actual Presidente lo decía sin eufemismos: “La verdad es que los temas de las soberanías con un país tan grande como el que tenemos nunca los entiendo mucho. Nosotros no tenemos un problema como los israelíes que tienen problemas de espacio... creo que las Islas Malvinas serían un fuerte déficit adicional para la Argentina”.
Gobernar es asegurarle a “los mercados”, es decir a los grandes jugadores económicos locales y mundiales, libertad de movimientos en un mundo sin límites geográficos. Siguiendo este punto de vista, ya lo hemos dicho, Macri propone un Estado que se comporta como un canchero: como el que prepara la cancha –crea todas las condiciones– para que los actores privados jueguen su juego de maximización de beneficios.
Desde esta perspectiva, la dirigencia neoliberal en el mundo –el macrismo entre ellas– tiende a expresar más los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales –a las que hay que seducir respondiendo exactamente a sus demandas– que a los intereses nacionales. Por eso, Macri no entiende los temas de soberanía, los trata con liviandad, se confunde de tal modo que nos produce vergüenza como argentinos. Porque la soberanía de las Islas es un tema que está obligado a abordar como Presidente, por el fuerte peso en la sensibilidad y la cultura de los argentinos, pero que no forma parte de su estrategia de gobierno. La soberanía de Malvinas no sólo no es parte de su rol de “canchero” sino que de algún modo lo interfiere. Su agenda es la que acordaron su canciller, Susana Malcorra, y el vicecanciller británico, Sir Alan Duncan: entre otras cosas, la revisión de la legislación argentina que limita la explotación económica británica en la plataforma continental argentina del Atlántico sur. Nada más y nada menos que la remoción de las disposiciones jurídicas o legislativas que defienden el interés nacional en la zona en litigio, para que los grandes jugadores económicos puedan jugar sus partidos libremente.
Sir Duncan fue concluyente: el diálogo no incluye la cuestión de la soberanía porque el Reino Unido continúa con su fuerte apoyo al derecho de los isleños a su autodeterminación y no habrá cambios en ese aspecto a no ser que los isleños así lo deseen. Entonces, ¿cuál es el núcleo de la agenda del diálogo? La revisión de las medidas que restringen la industria del gas, el petróleo, la pesca y el embarque en el área de las Islas.
De este modo, queda en evidencia el contenido que el macrismo le atribuye a la palabra diálogo: es el intercambio entre dos partes en torno al interés de una sola de ellas. Nada de soberanía. Y sí discusión sobre los temas que les interesan al Reino Unido y a los grandes jugadores económicos mundiales. En este contexto, por supuesto, la ampliación de los vuelos a las Islas no parece un tema trascendente.
El macrismo aplica la misma palabra, con el mismo contenido, a los trabajadores argentinos: los llama a dialogar con la agenda de una sola de las partes –la de los empresarios –la que conduce a la reducción de sus salarios reales. El diálogo así planteado, sobre la agenda y el interés de una sola de las partes, es la negación del diálogo o su imposibilidad. Es rendición incondicional: pura aceptación.
En ambos casos, el macrismo es el canchero que convoca a escenografías de diálogo para que en su interior sólo se imponga la agenda y el interés de un único y recurrente actor: los “inversores” nacionales e internacionales, el gran sujeto al que hay que seducir para que elija nuestro territorio en competencia con todos los restantes territorios del planeta.
En ese mundo global, donde los inversores deben ser seducidos con beneficios crecientes, no existen las historias nacionales ni las memorias sensibles de los pueblos. No hay soldados caídos ni familias que perdieron a sus hijos adolescentes. Tras ese manto de neblina no hay un pedazo desgajado de la Nación argentina. Apenas hay un espacio de explotación económica que hay que liberar a las fuerzas del mercado.
Por eso, Malvinas no es sólo una causa histórica. En nuestras Islas no sólo brilla la memoria de miles de jóvenes lanzados a una guerra absurda. Ni la persistencia injusta de una fuerza colonial. En ellas o a través de ellas explota como una fiebre incontrolable el síntoma del neoliberalismo macrista: su absoluta incapacidad de expresar los intereses nacionales. Y cuando, por cálculo político, por conveniencia, por sugerencia de asesores de imagen, deciden hacerlo, lo hacen muy mal, se les nota su superficialidad y su incapacidad, producen vergüenza.
Por eso, Malvinas es una causa del presente. Porque lo será hasta que se resuelva a favor de la Argentina la discusión sobre su soberanía. Porque así lo establece la Constitución Argentina al declarar el carácter imprescriptible del reclamo sobre ellas. Porque existen las culturas nacionales y, en la nuestra, Malvinas es un lugar de resistencia y de identidad.
Desde el Parlamento nacional haremos valer los intereses nacionales en la discusión por Malvinas ante un gobierno que no sabe, no puede y no quiere expresarlos.
Fuente: Página/12 - 27 de septiembre de 2016
lunes, 26 de septiembre de 2016
Diez reglas de la globalización
Por Mario Rapoport *
Estos son los diez principios económicos, sociales y políticos que rigen hoy al mundo. La economía está manejada por una suerte de nuevo capitalismo que navega de crisis en crisis, imponiendo una estabilidad ficticia sólo para garantizar la libertad de los movimientos de capital, demoliendo todas las instituciones de las economías de bienestar. También se oponen a la existencia de un gobierno mundial democrático porque su poder y fortuna se basan en las desigualdades del actual. Su único motor es la acumulación en sí misma. Puede decirse que a su modo son populistas con todos aquellos que se benefician con sus políticas, lo que deberíamos llamar populismo del capital.
1 Si aplicamos la matemática de los conjuntos podemos dibujar el mundo dividido en uno principal de ciudadanos ricos y poderosos y muchos otros secundarios de ciudadanos que van de la estrechez económica a la pobreza. En ese primer conjunto se aferran a sus bordes como garrapatas partes pequeñas de los otros conjuntos del mundo desfavorecido ocupando superficies pobladas por grupos minoritarios con riqueza y poder. También una parte de ese primer conjunto se une a los otros compartiendo pobreza y desigualdades.
2 Siempre existió en el pasado este tipo de relaciones, pero antes había una diferenciación más neta entre las elites de poder de uno y otro conjunto. Hoy confluyen en un mismo espacio de ideas y políticas intercambiables aunque sus recursos no sean iguales en lo tecnológico o lo militar. La música que silban es la misma y las maneras en que se mueven entre esfera y esfera no supone la existencia de ningún pasaporte. Que el peso concentrado de esas riquezas no haya todavía producido movimientos sociales tectónicos es un problema que ni la teoría matemática ni la social pudieron resolver. Exige arrojar como lastre para mantener ese mundo en equilibrio a millones de pobres, lo que ocurría más rápidamente en el siglo pasado con las guerras mundiales.
3 La globalización de los mercados no es sino una “anarquía generalizada”, con características claramente negativas en relación a los cada vez más limitados derechos soberanos. El lugar estratégico lo ocupan las multinacionales, principales actores de la globalización, cuyas características son la fragmentación mundial de los procesos de producción, la supremacía de las finanzas, la deslocalización de los servicios y la constante relocalización de sus actividades productivas. La competencia no se da entre una multitud de oferentes y demandantes, como sostenía la teoría neoclásica, sino que esta monopolizada y regulada por las grandes empresas, tanto por sus precios como por sus capacidades de innovación o especulación. En este sentido no se diferencia demasiado del monopolio de los mercados por el fenecido régimen soviético, de allí la rápida adaptación de los países que estaban sujetos a él a esta suerte de capitalismo.
4 No existe más el juego de la oferta y la demanda donde el consumidor se beneficiaba por la posibilidad de elegir entre los distintos productores los bienes que necesitaba. El único mercado que debe ser libre es el de los capitales, que se mueven de un lugar a otro en función de sus vectores de rentabilidad. Las políticas de oferta rigen las reglas de la globalización y crean un conjunto de normas para el conjunto de la sociedad que obliga a los ciudadanos a actuar conforme a ellas. Son menos sangrientas u opresivas que las de los campos de concentración o Gulags pero más insidiosas y se asemejan a los viejos túneles de la Primera Guerra Mundial donde los soldados no podían salir del sendero que le marcaban sus bunkers a riesgo de ser alcanzados por las balas enemigas. Hoy ese sendero a falta de balas está amenazado por crisis y desequilibrios permanentes.
5 Ese conjunto de reglas o leyes definen no solo logros del proceso de acumulación sino también otra sociedad en el cual la superestructura jurídica global es un elemento clave. Los movimientos de capital no actúan dentro de las fronteras de los Estados ni tienen en cuenta las preferencias o necesidades de los habitantes de uno u otro, ni menos aun los poderes negociadores de los sindicatos u organizaciones sociales. Nada en resumen que pueda afectar los intereses de las grandes empresas. Los países tomados individualmente ya no son más un reservorio de mano de obra a la que los dueños del capital están obligados a recurrir por estar radicados allí. No existe la necesidad de mantener a esos trabajadores potenciales en buenas condiciones económicas, se los puede conseguir en otros lados. También se retrae cualquier compromiso anterior con el Estado de Bienestar, la inversión y el consumo interno. Los bienes públicos, “elementos insustituibles de los privados”, como decía Julio Olivera, dejan de existir y el Estado, según Aldo Ferrer, cumple sus funciones reguladoras al revés destruyendo el empleo y el mercado interno. Por el contrario, se favorece la competencia sin límites y el egoísmo, las divisiones sociales y las desigualdades de ingresos, la completa dependencia de los mercados exteriores. Al mismo tiempo se subestima la política y la democracia representativa deja de tener sentido.
6 Para hacer más complejo el panorama del mundo, éste sigue dividido jurídicamente en Estados que teóricamente (en su mayoría) se rigen por un sistema democrático donde cada uno elige con su voto un gobierno. Antes se necesitaba recurrir a amenazas, intervenciones o guerras para influir desde afuera en los distintos países o lugares que podían dañar sus intereses. Ahora les basta en gran medida con el dominio de los medios de información que utilizan los que manejan el llamado poder mundial tanto en los Estados ricos como en los más pobres. Estos últimos son soberanos sólo de nombre. En este sentido son clave las elites locales. La mayoría de los que los dirigen forman parte de esas elites y están vinculados a compañías o entidades transnacionales directa o indirectamente. La justicia no es más local sino global y asociada a ese dominio.
7 No hay que confundir esta globalización con el libre comercio que resulta perjudicado, no beneficiado, por sus características y extensión, y salvo para los grandes países y sobre todo Estados Unidos por más que se concreten diversos tratados multilaterales como los del Pacífico y los del Atlántico. Predomina el intercambio con precios de transferencia entre las empresas multinacionales y continua el proteccionismo de las grandes potencias en sus sectores más débiles como el agrario. Incluso, puede afectar los sistemas de salud y alimentación de aquellos países que los firman. Por eso la oposición de muchos europeos a un Tratado de libre comercio con Estados Unidos. Además de trastocar las tradiciones o costumbres locales implicaría la utilización de productos transgénicos en los alimentos en una Europa donde están prohibidos. Por otra parte, con esta globalización el poder anteriormente contenido dentro de las fronteras del Estado-Nación se ha evaporado yendo hacia el espacio de los flujos de capital, donde la política es permanentemente condicionada y vaciada de todo contenido democrático, no ha través de golpes de Estado sino de la permanente corrupción que genera el sistema. Todas estas cuestiones exacerban el problema de las identidades nacionales y regionales y los nacionalismos neofascistas. Frente a ese poder omnipotente y la ausencia de una democracia real se levantan procesos de división de países y regiones con el surgimiento de movimientos separatistas entre los Estados-Naciones y en el seno de ellos, como el Brexit. Las guerras y conflictos regionales y nacionales han recrudecido así como los atentados terroristas.
8 Desde el punto de vista de la subjetividad ya no interesa la figura del trabajador como fuerza de trabajo o como consumidor. El neoliberalismo trae consigo una dimensión ideológica empresarial pero no puramente mercantil. Si se parte de la ideología del egoísmo y el superhombre de Ayn Ran, no se puede discutir desde la óptica de la solidaridad con los pobres y el Estado juega, en ese sentido, un rol de total indiferencia o favorece directamente a los que más ganan. El destino personal de cada uno depende de sí mismo. Más aún, la relación de los ciudadanos con su vida es análoga a la relación de cada empresario con su propia empresa. Existe una forma distinta de ciudadanía en la que el individuo está afuera de toda norma jurídica de derechos o deberes, salvo el penal, como el ideal de Von Hayek. De allí el rol creciente en los mecanismos de poder de la justicia castigando por doquier a quienes se oponen al sistema. En una “democracia” no delegable y no representativa, si es que tal cosa puede existir, cada uno es responsable de su propia suerte y el ciudadano es en sí mismo una empresa no una fuerza de trabajo en el sentido que le daban los economistas clásicos; su aptitud y/o competencia es un tipo particular de capital humano y su salario es un ingreso que incluye su rentabilidad como capital. Bajo la teoría clásica eran una fuerza de trabajo equiparable a una mercancía y aun siendo explotados podían discutir sus condiciones de trabajo e ingresos. A Henry Ford le interesaba vender sus autos a su asalariados, su acumulación dependía en parte del consumo de éstos. Ahora se considera al trabajador un empresario sin protección alguna (los verdaderos empresarios si la tienen). Su trabajo se valoriza o desvaloriza a lo largo de su vida y deviene un flujo de capital que va a subsistir sólo en aquellos que todavía están en sistema financiado por los bancos. De allí el rol creciente de la tarjetas de crédito y otros instrumentos financieros. Pan de hoy hambre para mañana.
9 Los políticos, distanciados de los que los votaron, están sujetos a la corrupción de las empresas en los negocios del Estado y son cada vez más reemplazados por empresarios que utilizan el Estado para favorecer sin intermediarios su propios intereses de rentabilidad y competencia, manipulando más fácilmente desde ese poder a las poblaciones en función de sus necesidades. Es un tipo de corrupción “interna” en el cual el Estado se transforma en parte de sus propias empresas. Usan los renovados medios de información a su guisa y paladar y dominan el mundo al estilo del Orwell de 1984. No tienen las formas de un Hitler o un Stalin, pero consiguen sus propósitos dominando la mente de la gente. Goebbels los envidiaría. La información y desinformación es su principal arma y el aparato de Justicia el medio del que disponen para terminar con sus adversarios.
10 Por último, es un capitalismo cada vez más de rapiña, basado no en el consumo productivo sino en la intoxicación de la gente desesperada a través del juego financiero y del narcotráfico, y en la mayor fragilidad y fugacidad de los mismos productos (como en la construcción). Distraen a la gente con grandes espectáculos, llámese fútbol u otros, con lo que se parecen a los emperadores romanos. Tiene en sus manos el dinero mundial. ¿Es un mundo sostenible? Sólo por algún tiempo. El hombre ha sabido escapar de los Goulags y hasta resistir los campos concentración. Esta nueva sociedad no durará más que el tiempo que se tomen los ciudadanos para derrotar una cultura que los ha separado entre ellos para mejor dominarlos. Como dijo Karl Polanyi las sociedades no se suicidan. Son volcanes que parecen apagados, pero la efervescencia corre por dentro hasta que su lava resurge un día con toda la potencia acumulada por las heridas causadas en el torrente sanguíneo del tejido social
* Profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires.
Fuente: Página 12, 25 de septiembre de 2016.
miércoles, 14 de septiembre de 2016
El territorio argentino en venta
Alejandro Teitelbaum
El actual Gobierno argentino dictó hace poco un decreto “flexibilizando” la ley de tierras de 2011 a fin de facilitar aún más la compra de tierras por capitalistas extranjeros.´
La ley de tierras aprobada en 2011 no impide globalmente dichas ventas, pues tiene numerosas brechas. Además, no afecta las operaciones terminadas antes de su sanción.
(Para más detalles véase: http://argentina.indymedia.org/news/2011/09/794040.php ).
Según la Federación Agraria Argentina unos 300 mil kilómetros cuadrados (el 10% del territorio nacional) están en manos de extranjeros (equivalente a la superficie de toda la Provincia de Buenos Aires). Hay por lo menos dos aeropuertos extranjeros construidos en la Patagonia, sin que puedan ser detectados por los radares argentinos, ya que éstos o son obsoletos o no existen en la región.
Un aeropuerto construido por Lewis, que está a nombre de un argentino de apellido Van Ditmar , cuya pista es tan larga como la de Aeroparque de Buenos Aires, desde donde se puede entrar y sacar del territorio cualquier tipo de material. Lewis posee 14000 hectáreas en Chubut, que incluyen el Lago Escondido.
El terrateniente más grande es en grupo familiar italiano y multinacional Benetton, que posee 900 mil hectáreas. Desde hace 15 años, cada vez son más numerosos los extranjeros que compran vastas extensiones de tierras, desplazando a las familias tradicionales de la oligarquía argentina. "Tenemos tierra en exceso", declaró en los años '90 el Presidente Carlos Menem, invitando a corporaciones extranjeras y a particulares a invertir. Desde 2002, la devaluación del peso, otrora vinculado al dólar, implicó un cambio favorable, acelerando un proceso de venta desenfrenado y sin control.
"En las provincias de Santiago del Estero y el Chaco, la hectárea cuesta lo mismo que una hamburguesa", decían los periodistas Andrés Klipphan y Daniel Enz, autores de "Tierras, S.A.", una investigación realizada durante tres años por todo el país. "Se puede comprar lo que quiera, en cualquier lugar, si se tiene el capital suficiente, incluso en los parques nacionales", asegura Gonzalo Sánchez, autor de "La Patagonia vendida", que entrevistó a la mayoría de los extranjeros que han comprado tierras en el sur, que representa la tercera parte del territorio nacional y contiene sus principales riquezas: energía hidroeléctrica, 80% del petróleo y gas natural y una de las grandes reservas de agua dulce del planeta. Esta región se ha convertido en el paraíso de millonarios extranjeros que, según los autores de "Tierras, S.A.", "se han beneficiado de la actitud flexible de los diferentes gobiernos nacionales y provinciales para adquirir millones de hectáreas y recursos no renovables, sin restricciones y a precios módicos".
El vicepresidente de AOL Time Warner y fundador de la cadena CNN, Ted Turner, posee 45 mil hectáreas en la región. El belga Huber Grosse compró 11 mil hectáreas en la provincia de Río Negro, donde los turistas ricos van a jugar polo y golf.
"La Patagonia me recuerda al Texas de los años'50", asegura Ward Lay, magnate de las papas fritas y amigo de George W. Bush, que se compró miles de hectáreas en esa provincia y viñedos en Mendoza. El cantante Florent Pagny vive parte del año entre sus dos estancias de la provincia de Chubut. Estos nuevos terratenientes tienen frecuentes altercados con las comunidades indígenas, que los acusan de apropiarse de las tierras de sus ancestros. Los habitantes de la Patagonia se quejan también de no tener acceso libre a algunos lagos y senderos en las montañas donde se encuentran las propiedades privadas.
Los actores Robert Duvall, Richard Gere y Matt Damon son propietarios de varias estancias en las provincias norteñas de Tucumán, Salta y Jujuy. Grandes grupos vinícolas franceses, españoles e italianos se han instalado en Mendoza, al pie de la cordillera de los Andes, que ofrece tierras y un clima excepcional para el cultivo de la vid. Ahí, la hectárea vale diez veces menos que en California. Grandes grupos mineros, en su mayoría canadienses, explotan minas de oro y plata en las provincias de San Juan, La Rioja y Santa Cruz. Entre los inversionistas figura Bill Gates. Los nuevos ricos argentinos, principalmente estrellas del espectáculo y del deporte, pero también políticos, constituyen a su vez una nueva burguesía terrateniente. El jugador de básquetbol Emanuel Ginobili, estrella de los Spurs de San Antonio en la NBA, invirtió más de dos millones de dólares en proyectos turísticos de gran lujo en las costas del río Negro y en la ribera del lago Correntoso, en la Patagonia. El futbolista Gabriel Batistuta, ex delantero de la Fiorentina, se ha convertido en uno de los grandes terratenientes de la fértil provincia de Santa Fe.
Lista (publicada en 2008 por Marcelo Mangiante) de la cantidad de territorio argentino vendido a extranjeros:
Mendoza: 250.000 hectáreas (equivalente a 12 veces la superficie de la Capital Federal), compradas por empresarios de Malasia, con gente adentro, además de miles vendidas y ofrecidas a capitales chinos y españoles. Vendidas: 500.000 hectáreas. En venta: 800.000 hectáreas. San Luis: 40.000 hectáreas compradas por empresarios italianos. En venta: 850.000 hs. San Juan: 2.000.000 de hectáreas en venta, más del 20% de la provincia incluyendo la frontera con Chile. Catamarca: Se venden campos del tamaño de la Isla Gran Malvina a U$S 8.- la hectárea (el precio de un 'Big Mac' en EEUU) Vendidas: 100.000 hectáreas a un grupo holandés. En venta: 1.600.000 hectáreas. Misiones: 172.000 hectáreas de la selva Paranaense (única en el mundo), taladas por la empresa Alto Paraná, propiedad del grupo Arauco de Chile. Formosa, Chaco y Corrientes: 1.400.000 hectáreas en manos de capitales australianos. Santa Fe: tierras compradas por EEUU. Entre Ríos: Vendidas 100.000 hectáreas. En venta 150.000 hectáreas. Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja: Vendidas: 120.000 hectáreas. En venta: 1.300.000 hectáreas. Salta: 2.400.000 hectáreas en venta, entre ellas se encuentra la finca Jasimana en el corazón de los valles calchaquíes, equivalente a 65 veces la superficie de la Capital Federal. En total, en venta y vendidas 13.000.000 de hectáreas.
En Patagonia se vendieron tierras que incluyen lagos, ríos, fronteras, animales, aún en zonas fronterizas de seguridad. Tierra del Fuego, 100.000 hectáreas de bosque (el más austral del mundo), compradas por una corporación de EEUU que intenta talarlas. Cada planta tarda decenas de años en crecer debido a las condiciones climáticas. Chubut: 20.000 hectáreas compradas y cercadas por alemanes, que incluían la reserva de Mapuches más grande del país, que fue desplazada y despojada de las mejores pasturas para alimentar ganado. Santa Cruz: las estancias (80.000 hectáreas), Monte León, Don Aike, El Rincón, y Sol de Mayo (cordillera), comprada por el terrateniente Douglas Tompkins de EEUU, quién pretende apoderarse de las reservas de agua potable más puras del planeta, formadas por la cuenca de los hielos continentales patagónicos, que desembocan en su mayoría en el río más caudaloso de Patagonia, el Rio Santa Cruz.
América latina en movimiento (ALAI) - 8 de julio de 2016.
Fuente: IADE, 14 de septiembre de 2016.
lunes, 22 de agosto de 2016
“Favorecen el modelo extractivista”
ASAMBLEAS DE TODO EL PAIS RECHAZARON DURAMENTE EL IMPULSO OFICIAL A LA ACTIVIDAD MINERA
Luego de que el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, recorriera pueblos conocidos por su lucha socioambiental, los asambleístas denunciaron que el gobierno opera para extender “los territorios devastados por la megaminería”.
“La minería es una actividad productiva que el gobierno nacional apoya y desarrolla. Las posiciones extremas terminan politizando y desprestigiando actividades productivas que, cuando se hacen seriamente, traen bienestar para la comunidad”. Las frases, en línea con el discurso de las empresas, fueron dichas por el ministro de Ambiente, Sergio Bergman, en su paso por Chubut. Desde su asunción, Bergman visitó bastiones socioambientales como Esquel, Andalgalá, Jáchal y La Rioja, con propuestas de “diálogo” para avanzar con el extractivismo. A ocho meses de su asunción, las asambleas las cuestionaron duramente. También definieron al ministro. “Es un lobbista de las mineras”, afirmó Rosario Carranza, de la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá.
A fines de julio, Bergman visitó Trelew y Rawson. Explicó que el Gobierno promueve “debates serios” sobre minería y señaló que el problema es la “falta de controles”. Señaló que era “inconsistente” oponerse a la minería en una provincia con historia petrolera.
Empresas y funcionarios impulsan en Chubut el proyecto de plomo y plata Navidad, en manos de la empresas Pan American Silver. Ubicado entre Gan Gan y Gastre, el emprendimiento ya fue rechazado por una decena de comunidades indígenas y asambleas de toda la provincia. El 4 de agosto hubo movilizaciones en distintas ciudades de Chubut en rechazo a los nuevos intentos de las mineras y gobiernos.
En Esquel, lugar emblemático donde en 2003 el 80 por ciento de la población votó en contra de la actividad, hubo manifestaciones a pesar de la lluvia y las temperaturas bajo cero. “Nos encontramos una vez más en esta plaza para manifestar el repudio a la megaminería contaminante y saqueadora. Exigimos el tratamiento del proyecto de ley de Iniciativa Popular (presentado por los vecinos) para frenar las mineras para siempre”, destacó el documento de la Asamblea de Vecinos de Esquel.
Por su parte, las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (Ampap) repudiaron “la continuidad del modelo extractivista” y denunciaron los intentos de profundización del “saqueo de la megaminería”, que comenzó con la quita de las retenciones en diciembre pasado. “Pero más nos preocupa y alerta que los ministerios a cargo de Juan José Aranguren (Energía) y Sergio Bergman (Ambiente) estén operando conjuntamente para seguir extendiendo los territorios devastados por la megaminería”, alertó Marcelo Giraud, de Ampap.
Giraud afirmó que Bergman busca “quebrar la oposición de las asambleas, comunidades y pueblos de las provincias cordilleranas”. Una vía en ese sentido es el intento de los gobiernos, junto a las empresas de mineras, de derogar las leyes que frenan la actividad, como la 7722 (en Mendoza) y 9526 (en Córdoba).
El Gobierno pretende avanzar con los proyectos mineros Potasio Río Colorado (de la denunciada multinacional Vale) y San Jorge. Las asambleas mendocinas cuestionaron el accionar del subsecretario de Energía y Minería provincial, Emilio Guiñazú, impulsor de “mesas de diálogo para la minería sustentable”.
Andalgalá conoce de megaminería desde hace veinte años. Allí funciona Bajo la Alumbrera e impulsan el nuevo proyecto Agua Rica, rechazado por amplios sectores de la población. El ministro Bergman visitó la ciudad en mayo pasado. Y repitió lo que había hecho en Jáchal y Chubut: propuso diálogo y “minería con controles”, y pidió “respetar la ley” para avanzar con la actividad. Rosario Carranza, de la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá, dijo por eso que el ministro “es un lobbista de la mineras”. “Su visita fue una falta de respeto. Repite todos los mismos argumentos de las empresas y cuestiona nuestros conocimientos, experiencias y propuestas”, detalló.
El respeto a la ley es el argumento recurrente de Bergman. En Andalgalá le plantearon que existen leyes claves: Ley de Glaciares (no se pueden realizar actividades que pongan el riesgo esas fuentes de agua) y el principio precautorio de la Ley General del Ambiente (ante riesgo de contaminación y afectación a la salud, se deben tomar medidas preventivas y detener las actividades de riesgo).
“Quedó claro que no vino a escucharnos, vino a buscar consenso para la minería”, afirmó Carranza y recordó que Andalgalá –donde todos los sábados marchan en la plaza de la ciudad, hubo cortes de caminos y hasta puebladas de rechazo– ya se expresó contra la actividad extractiva.
La Asamblea de Ciudadanos por la Vida de Chilecito (La Rioja) también se expidió la semana pasada. “El gobierno de Mauricio Macri y del gobernador Sergio Casas no solo son continuidad de los anteriores, sino que profundizan el modelo extractivista que consiste en entregar los recursos naturales del país a las empresas transnacionales, sin importarles los costos económicos y ambientales que deberán pagar los pueblos y las generaciones futuras”, declaró. Los integrantes de la Asamblea también señalaron: “La visita del mediático Sergio Bergman, principal lobbista de las mineras, es una muestra de la decisión del gobierno nacional de que nuestra provincia se transforme en minera cueste lo que cueste”.
En julio pasado, la Asamblea Jáchal No se Toca viajó a Buenos Aires para exigir el cierre y la remediación de la mina Veladero (que derramó en septiembre más de un millón de litros de solución con cianuro a ríos de San Juan). También reclamaron la aplicación de la Ley de Glaciares y cuestionaron al Ianiglia (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), que –según la misma ley– debiera haber finalizado el inventario de glaciares de todo el país.
Fuente: Página 12, 20 de agosto de 2016.
miércoles, 17 de agosto de 2016
Regiones y apertura
Por Claudio Scaletta
Uno de los pasajes más recordados de Adam Smith es probablemente el de la fabricación de alfileres con el que comienza La riqueza de las naciones. ´
Smith sintetiza allí que la mayor riqueza en el capitalismo naciente se originaba en el aumento de la productividad del trabajo provocada por su división. Luego, esta división al interior de la fábrica se extendía al mercado nacional y global. El segundo pasaje celebre, también del primer capítulo y el que interesa citar aquí, deriva de la extensión del mercado: es el de “la chamarra del jornalero”, uno de los primeros registros escritos de la globalización productiva y en el que se relata cómo en la producción de una simple prenda de lana intervenía una multitud de trabajadores y mercaderes de todo el planeta en su versión siglo XVIII; en los albores de la revolución industrial. Definidas las causas de la generación de la mayor riqueza, Smith seguía a lo largo de su obra con las medidas de política: liberar a los mercados de sus trabas y barreras que impedían expresarse a la división del trabajo en el taller, entre los individuos y entre las naciones.
El eco smithiano retumba hoy con fuerza en los supermercados de la Argentina amarilla. En las góndolas se manifiesta, a simple vista, el mercado mundial. En los escaparates ya no hay sólo productos de las economías regionales, sino también cerdos daneses, pollos brasileños, manzanas chilenas, naranjas españolas y frutillas polacas, entre otros tantos productos planetarios. Para que el prodigio sea posible, el debate económico local retrocedió décadas. Junto con las mercancías exóticas reaparecieron los defensores de la apertura económica como herramienta de disciplinamiento de precios internos o de incentivo a la competitividad. Imposible no recordar la publicidad de las sillas importadas de tiempos de José A. Martínez de Hoz. Resulta asombroso tener que volver a dar en el presente el mismo debate que hace 40 años. No sólo por el paso del tiempo, sino porque ahí está la historia para conocer de antemano los resultados que tuvieron estas políticas sobre el aparato productivo y el empleo.
El discurso aperturista contrasta, sin embargo, con la insistencia de campaña sobre la necesidad de recuperar las economías regionales. Sucede que las nuevas importaciones no se limitaron a productos elaborados, insumos de procesos industriales, o bienes que no se producen localmente, sino que como lo manifiesta el supermercado, alcanzan a carnes, frutas y hortalizas que compiten con economías regionales ya deprimidas por la contracción de sus mercados de destino, locales y mundiales. El supuesto pro regionalismo del nuevo gobierno funcionó en realidad como un ariete discursivo destinado a justificar la devaluación y la quita de retenciones para el agro pampeano. Salvo excepciones, a pesar de la mejora en el tipo de cambio efectivo, en los últimos 8 meses las regiones empeoraron su situación y su comercio exterior. Como fue advertido, las medidas cambiarias y arancelarias sólo provocaron un efecto riqueza para los exportadores, pero ninguna mejora en el valor agregado ni en el comportamiento interno de los circuitos productivos. La apertura comercial, con importaciones de productos competitivos con las regiones, representa un nuevo agravante. Un segundo problema es que a diferencia del agro pampeano, las producciones regionales no son de ciclo anual, piénsese por ejemplo en la fruticultura, la viticultura o el sector lácteo, por lo que los procesos de destrucción que hoy se registran serán de reconstrucción lenta.
Resta una pregunta clave: si no fueron cambiarios y arancelarios, ¿cuáles son los problemas de las economías regionales? Una respuesta es que las dificultades se encuentran en la distribución de la renta al interior de los circuitos productivos. Si el precio que recibe el productor primario es un porcentaje marginal del precio que paga el consumidor es altamente probable que existan problemas de rentabilidad lo suficientemente fuertes como para disuadir el ingreso de nuevos capitales a la producción primaria. Existen muchos casos en que estas dificultades se resuelven “naturalmente” por medio de “la mano invisible del mercado”, es decir; con integración vertical. Los productores primarios independientes desaparecen y la producción termina controlada por grandes empresas, incluidos los supermercados. Son procesos de integración de arriba hacia abajo que favorecen a la sección de la cadena con más capacidad en la determinación del precio. Normalmente se cargan las tintas sobre el supermercadismo, pero existe también una sumatoria de intermediarias, como procesadoras y distribuidoras, que con mayor o menor énfasis, participan de la apropiación de la renta primaria. Dos ejemplos son las usinas lácteas y las empacadoras frutícolas, las que controlan cartelizadamente el precio primario por medio de la propiedad de activos estratégicos.
Un déficit de la anterior administración fue no involucrarse con lo que sucedía al interior de estas cadenas. Especialmente en los últimos años la conducción económica tuvo conciencia de la situación, pero desde la política se optó por no abrir nuevos frentes de batalla. Tradicionalmente el poder central decidió que los problemas de los territorios eran potestad de los caciques territoriales. Los peronismos provinciales son fuerzas conservadoras con estrecha relación con los poderes económicos locales, lo que redundó en “no meterse” con las cadenas de valor. Mirando hacia el futuro deberán considerarse dos dimensiones. La primera es que lo que sucede en los circuitos productivos regionales no es un problema regional, sino nacional en tanto afecta los niveles de producción y precios de los bienes salario. La segunda es que desde la perspectiva económica no son problemas específicos de cada producción. No hay una problemática de la leche, otra de las frutas, la yerba o el tabaco: lo que existe es un problema común de apropiación de renta primaria que, en principio, se resuelven con una ley nacional de comercialización de productos perecederos, una legislación que, una vez sancionada, debe ser “militada” en cada territorio.
Fuente: Página 12, Revista Cash, 16 de agosto de 2016
jueves, 11 de agosto de 2016
Persistencia y cambio en el
oeste pampeano: el rol de los ambulantes
Por María Eugenia
Comerci *
En el oeste de la provincia de La Pampa persisten prácticas culturales,
productivas y sociales arraigadas desde comienzos del siglo XX. Dentro de los
agentes tradicionales que históricamente han interactuado con los productores, se
destacan los vendedores ambulantes o “mercachifles”. A través de densas redes,
éstos han proveído a los puesteros de bienes de consumo. En el artículo se exploran
los vínculos históricos establecidos entre los vendedores ambulantes y los
puesteros y las estrategias comerciales
gestadas en el transcurso del tiempo.
Camioneta
de los ambulantes recorriendo puestos en Chos Malal. Fuente: Comerci, M. E.
2013.
En el sector
occidental de la provincia de La Pampa, desde principios del siglo XX hasta la
década de 1970, predominaron explotaciones familiares configuradas
territorialmente con el diseño de puestos. Los puesteros de los departamentos
Chicalcó, Limay Mahuida y Puelén, el desarrollaban una producción de
subsistencia basada en el uso del monte abierto. En este período, además de los
intercambios con los vendedores ambulantes de General Alvear, San Rafael y
Catriel, la presencia de estancias ganaderas, si bien era escasa, permitía
generar relaciones laborales a través de empleos eventuales asociados con el
arreo de animales.
La puesta en
ejecución de algunas políticas públicas en los últimos treinta años, lentamente
redefinieron las prácticas productivas y los mecanismos de articulación. Estas
políticas, junto con las mejoras en las comunicaciones y las nuevas demandas
productivas, permitieron establecer mayores vínculos con Santa Rosa, capital de
la provincia.
Dentro de los agentes
tradicionales que han interactuado con los puesteros, se destacaban los
vendedores ambulantes o “mercachifles”, quienes a través de densas redes, han
proveído a los puesteros de recursos que no podían obtenerse en las unidades
productivas. A su vez, los vendedores ambulantes compraban diversos recursos
que estos producían. En la actualidad, los ambulantes recorren algunos parajes
y puestos alejados, si bien se han reconfigurado sus recorridos y modalidades
de venta.
Trueque de bienes
a través de la venta itinerante
De la misma manera que en el norte
patagónico, los ambulantes eran los intermediarios en la cadena de
comercialización de los productos primarios y posibilitaban el acceso a los
bienes de consumo. Ellos
demandaban animales vivos, cueros, pieles o lana; y ofrecían alimentos,
vestimentas, calzados o fardos.
Carro con
venta ambulante en Victorica. Fuente: http://luisroldan.blogspot.com.ar/
La lógica de acumulación de los ambulantes
consistía en comprar mercancías baratas y venderlas en forma directa “puerta a
puerta” (en algunos casos, duplicando su valor), en los distintos puestos
dispersos. Otra función de los vendedores fue la compra de abono o guano
en los puestos que proveyó de ingresos eventuales –y poco significativos– a los
crianceros. Así, relataban la presencia de ambulantes en la década de 1970 los
puesteros:
Andaban en carros…sabíamos comer… ¡comprar una harina negra! Negra…
Hoy por hoy no la conoce nadie… ¡negra, negra era!... Un carbón así… cuando se
quema ¿vio?… esa era la harina más común que comían los viejos en esos años…
(…) Se le daba un animalito así y ellos compraban… Los carros eran de Mendoza,
de acá… La Pampa… de todos lados… de Victorica… ¡Hoy el carro no lo conoce nadie!
Hoy ver andar un carro es una admiración… ¡Sin cubiertas andaban por acá! Hoy
andan vendiendo… pero no a carro… (criancero y artesano de Chos Malal).
Se vendían los cueros y se compraba lo que quería…En ese entonces
andaban los Ruices vendiendo. Los primeros camiones que vinieron fueron los
Moreno…de Mendoza…Le das la lana y comprabas mercadería para el año!!! Para el
año… Así que ahí se llevaban la producción… pero se abusaban (pastor de La
Humada).
La
estrategia espacio-temporal de los mercachifles variaba de acuerdo con las
características de cada espacio. En parajes aislados, lo comerciantes
itinerantes arribaban a los puestos solamente una o dos veces al año por el mal
estado de los caminos. En otros casos en los que contactos con las familias
eran más fluidos, la recorrida se realizaba de unas a tres veces al año dado
que el acceso era más fácil y la disponibilidad de caminos era mayor. De este
modo la venta itinerante cumplía una importante función social y económica en
los parajes rurales alejados de los centros de consumo.
Los ambulantes tenían una gran flexibilidad en las formas de
intercambio, por lo general no monetaria, mediante el trueque de animales y
cueros. Era poco frecuente el uso del dinero, pues la práctica del trueque
estaba generalizada y existían fuertes lazos de dependencia de los productores
con los ambulantes, que a menudo fiaban artículos para el consumo doméstico.
Asimismo, realizaban la venta fraccionada de mercancías y en pequeños
volúmenes. En los relatos de los puesteros entrevistados, estos agentes
aparecen como “un mal necesario”, ya que no tenían más alternativa que comprar
los productos al precio que el vendedor disponía.
En algunos
casos la llegada de los ambulantes a ciertos puestos promovía la realización de
“fiestas” en las que se apostaba parte de la producción, se consumía alcohol y
eventualmente se generaban peleas entre vecinos y/o violencia doméstica. De
acuerdo con algunos testimonios se consumía alcohol y se apostaba la
producción, de este modo se llevaban más animales que lo acordado:
Y en ese entonces la gente timbiaba…
y venían los camiones y se ponían a jugar ¡Días enteros timbiando!… ¿sabe la
cantidad de animales que se moría?... Venían los camiones y se ponían a timbiar…
tomaban y… cuando se quedaban sin plata… decían… “andá y carneá un chivo”…Vení…
perdían en la timba… entonces le decía… “cargá 30 chivos…” y capaz que cargaban
50 y le pagaban 20! (criancero de Puelén).
Cambios en la figura de los “mercaderos”
Durante las décadas de 1970 y 1980, la figura
del ambulante, siguió presente en algunos parajes como en la zona de Chos Malal
o en Paso Maroma, sin disociar el rol de compradores de la producción y vendedores
de bienes de consumo. Lentamente, la mejora en los caminos permitió que todo el
espacio fuera recorrido con más asiduidad. El uso de camiones y camionetas, en
reemplazo de los carros, unido a la apertura de picadas, posibilitó una mayor
presencia de los ambulantes en los puestos. Las nuevas huellas y los mayores
contactos con otros espacios, facilitados por las políticas públicas,
permitieron la llegada de nuevos vendedores itinerantes, aunque no se rompió la
dependencia con algunos.
Antes, si andaban más, pero por ahí de vez
en cuando…por ahí pasan... antes sí, pero era muy caro… Ahí tiene mi hijo una
camionetita… y el chico este también tienen un auto y nos llevan al pueblo…
pero ahora se rompió (criancera y artesana de Paso Maroma).
Acá hay muy pocos mercachifles… por el hecho
de que todos, o sea, casi todos acá tienen vehículos acá en la zona, fue
cambiando muy mucho. La modalidad de los de los ambulantes fue cambiando… creo
que siguen existiendo… o sea, siguen existiendo y hay zonas que están, pero zonas más alejadas como
Chos Malal, más al sur (puestero de La
Humada).
Sin embargo, en algunos parajes más
alejados de los centros urbanos la presencia de los vendedores continúa siendo
significativa. La mayoría
de los “mercachifles” compran sus productos en Mendoza o en pueblos pampeanos y
los venden en el ámbito rural. Todos aceptan el pago de dinero en el
intercambio de mercancías. Por lo general, no existe competencia entre los
ambulantes, pues cada uno se especializa en la venta de diferentes bienes de
consumo y de servicios.
Entre
los rubros en los que se especializan se encuentran los siguientes: a)
alimentos enlatados, empaquetados y deshidratados, frutas y verduras; b)
vestimenta, calzado, ropa de cama, colchones y muebles; c) insumos para el
trabajo (alambre, forrajes, alimento balanceado) y d) transporte de personas y
realización de trámites en los pueblos. El traslado de personas es un servicio
que posee un peso significativo entre las actividades que desarrollan los
ambulantes, ya que la mayoría de las familias perciben asignaciones familiares
y/o jubilaciones-pensiones del Estado, y debe desplazarse hasta los pueblos
para cobrar.
Estrategias y desafíos
El oeste pampeano constituye un espacio en el
que persisten formas de vida y de organización territorial familiar y en las que las relaciones
capitalistas adquieren también una configuración singular. Las modalidades de
intercambio con los mercachifles e intermediarios expresan vínculos que van más
allá del mero cálculo económico. A pesar de los sobreprecios de los productos,
estas prácticas de intercambio persisten en las zonas rurales aisladas. Los
vínculos históricos y las relaciones de conocimiento mutuo entre los
ambulantes-intermediarios y las familias puesteras pueden explicar la continuidad
de estas prácticas. Sin embargo, la mayor persistencia de la figura del
ambulante en algunos parajes rurales respecto de otros, se asocia con los
siguientes factores:
-
Aislamiento relativo de los puestos respecto a los pueblos.
-
Escasa disponibilidad de medios de transporte a motor en propiedad de
los campesinos.
-
Inexistencia de transporte público/privado de pasajeros entre el
paraje Chos Malal y los poblados cercanos (Puelén, La Humada, Santa Isabel).
-
Flexibilidad en las formas de intercambio. El ambulante o
intermediario se ajusta a las diferentes posibilidades de pago que les ofrecen
los puesteros (pago en dinero, con especias y/o toma de ganado como forma de
pago).
-
Venta “fiado” con el cobro de intereses.
-
Comercialización de productos fraccionados y sueltos.
-
Facilidad en el acceso a los bienes de consumo “puerta a puerta”.
-
Discursos de los puesteros y los vendedores que justifican el alto
precio de los productos por el flete y el mal estado general de los
caminos.
La alternativa de venta de los animales en el
frigorífico de Santa Isabel, junto con las mejores comunicaciones hacia las
localidades, han reducido la relación asimétrica entre comerciantes y
productores. Sin embargo, las dimensiones sociales influyen a la hora de
decidir a quién comprar los artículos de consumo y a quién vender la
producción. Si bien se han generado políticas públicas destinadas a mejorar la
comercialización de los caprinos a través de la construcción del frigorífico
regional, que además busca para dar valor agregado a los productos, no se han
alterado en forma significativa las relaciones de dependencia entre ambulantes
y productores. La persistencia de una demanda estacional, el mal estado de los
caminos y la atomización de los productores dificultan encontrar soluciones a
esta problemática que impide un desarrollo regional integrado.
* Dra. en Ciencias Sociales. Investigadora del CONICET/UNLPam
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